Quienes pasen por el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, que desde 1937 embellece el rosarino Parque Independencia en la esquina de avenida Pellegrini y bulevar Oroño, se lo encontrarán vallado y en obras. Es la tan esperada ampliación, que el mes pasado inició su primera etapa. Detrás de estas vallas hay una larga historia.
"Espero que el año que viene se concrete el anunciado concurso para la ampliación del Museo Castagnino", expresaba su entonces director, Fernando Farina... ¡a fines de 2006! Y hubo que aguardar una década hasta lograr los necesarios acuerdos institucionales. El concurso nacional se abrió en enero de 2017, gracias a las gestiones de su entonces directora Marcela Römer. Las Secretarías provincial de Planeamiento y municipal de Cultura y Educación se lo confiaron al Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe Distrito 2. Bajo el patrocinio de la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos, se presentaron 76 anteproyectos, de entre los cuales un jurado integrado por representantes de todos esos organismos eligió al realizado por arquitectos de la Universidad Nacional de Córdoba: Juan Pablo Accotto, Mauro Ivan Barrio, Pablo Carballo, Maricruz Errasti, Sigfrido Stieger, Fernando Matos y Soledad Patiño.
Este año, siendo director Raúl D'Amelio, se abrieron los pliegos de la licitación de la primera etapa, la de la estructura de hormigón que está comenzando a materializarse por estos días. Los socios estratégicos para concretar el proyecto de ampliación del Museo, que ya quedaba chico para la colección de miles de obras que alberga, fueron y siguen siendo la Fundación Castagnino, la Fundación Gran Gala Rosario, el Banco Municipal de Rosario, la Bolsa de Comercio y la Cámara Argentina de la Construcción.
Eugenia Usellini, presidenta de la Fundación Castagnino, recordó ayer a Rosario/12 que la estructura de hormigón está siendo realizada por la empresa constructora local EPRECO, que ganó la licitación de esta primera etapa de la obra. En respuesta a la inquietud pública surgida en torno a una supuesta "tala de árboles históricos" del predio, aclaró que "en el pliego esta incluido que se tienen que plantar árboles. A algunos los transplantaron, pero los árboles viejos no resistieron ser trasladados".
Nunca fue más literal aquello de que el árbol tapa el bosque. Advirtió Usellini que se eligio este anteproyecto porque era el más respetuoso y factible. "En las bases del llamado a concurso nacional se puso como condición que se respetara el edificio histórico. El edificio histórico no se toca. Sí se lo mejorará interiormente. La obra proyectada envuelve al edificio actual en los dos frentes que no tienen mármol", detalló la presidenta de la Fundación, advirtiendo que la institución que ella preside no está a cargo de la obra. "Su objetivo es apoyar al director. La provincia licitó la primera etapa", evocó en alusión a la decisión firmada por el gobernador saliente, Miguel Lifschitz.
"Usellini destacó la importancia pública que tiene no sólo en la ciudad sino en la región esta obra, que pondrá al Museo creado por Hilarión Hernández Larguía y Juan Manuel Newton en condiciones de recibir exposiciones internacionales. "Nadie sale igual de un museo. Algo sintió, algo pensó, algo le pasó. Si algo democratiza, es el acceso a los museos. Todos los dias hay un colegio distinto, tanto popular como elitista, y además el nuevo museo va a ser más accesible. Tendrá bar, Sala de Usos Múltiples, una nueva biblioteca y todo lo que hace a la experiencia de visitar un museo hoy, además de los depósitos que preserven las obras en el espacio en que merecen ser preservadas y de ámbitos adecuados para la labor del personal, que se desempeña con amor, devoción y orgullo en condiciones de trabajo dificiles", subrayó. Además de apoyar los objetivos de la dirección e incorporar obras de arte al patrimonio, en este momento otra función de la Fundación es "concientizar a las organizaciones intermedias, a la sociedad y a los gobiernos sobre la importancia y necesidad de esta ampliación. Se ha hecho mucho trabajo con los líderes económicos de la comunidad para que entiendan que esto les toca a ellos: que Rosario pueda brindar una muestra internacional, a la larga les toca".
La tarea económica de la Fundación tendrá lugar en la tercera etapa, de equipamiento: auditorio, depósitos, iluminación, temas técnicos y especificos". La segunda etapa es la construcción propiamente dicha. "En eso estamos: unir voluntades", resume Usellini y acerca una lista de las empresas que colaboraron en la cena para recaudar fondos. "La organizó la ONG Gran Gala Rosario, que siempre tomaba temas médicos", señala y reconoce los aportes de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe, de la Lotería de Santa Fe, del Banco Municipal de Rosario, de la Fundación Ciudad de Rosario, del Mercado de Productores y de empresas como Barsante Disegno, Alloco, Cristini y Asociados, Isigroup, Rinesi Propiedades, Borselino Impresos, Fundar, RebagliattiI, OAME, EPRECO, San Cristóbal Seguros, La Segunda, INALPA, Circular SA, La Selección, City Center, Diario La Capital, TVL (Canal Tres), Dyscom, Vicentin, EDECA, Obring SA, Grupo Oroño, MSR, Rogiro Aceros, Greenlab, Grupo Bryco, Depaoli y Trosce, Stern Motors, Darkhaus, Del Sol Constructora, Di Nale, Berkley Seguros, y referentes profesionales, culturales y artísticos de la sociedad civil que acompañan el proyecto de ampliación.
"Los museos solían atesorar y exhibir objetos; hoy conectan la multiplicidad de ideas y conocimiento que se ha desarrollado sobre la base de estos objetos, y definen sus espacios edilicios como lugares de visibilidad de los impulsores de la cultura", define Usellini. Ojalá que su prédica no caiga en tierra estéril y que el sector privado local recupere el compromiso económico con el desarrollo cultural de la región que llevó a la creación de este hermoso Museo y la organización de su patrimonio en primer lugar.