“Es uno de los principales expertos mundiales en deuda soberana”. Con esas palabras definió el premio Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz al ministro de Hacienda Martín Guzmán, quien tendrá por delante el desafío de resolver el default virtual y sentar las bases para la negociación con el Fondo Monetario Internacional y los acreedores privados.
En una columna de opinión en el diario inglés The Guardian, Stiglitz aseguró que la "Argentina eligió al hombre adecuado en el momento adecuado para reactivar la economía", en uno de los tantos elogios hacia su discípulo Guzmán, el hombre designado por el presidente Alberto Fernández para llevar adelante su política económica tras el fracaso del macrismo.
"Martín Guzmán, con quien he trabajado con frecuencia en los últimos años, es uno de los principales expertos mundiales en deuda soberana, lo que lo convierte en la persona correcta en el lugar correcto en el momento correcto", puntualizó el economista estadounidense. Más adelante, felicitó a Fernández por haber elegido “a un economista brillante y conocedor que combina la energía juvenil con una sabiduría mucho más allá de sus 37 años”.
Stiglitz recorrió la vasta carrera académica de Guzmán, quien “obtuvo un codiciado puesto en la Universidad de Columbia” tras completar su doctorado en la Universidad Brown, según repasó el premio Nobel. Stglitz señaló que, desde ese puesto, el ahora ministro de Economía “se convirtió en un experto influyente en debates cruciales sobre políticas a nivel doméstico y global”.
"Ha testificado ante el Congreso de los Estados Unidos sobre la crisis de deuda de Puerto Rico y ha hablado en las Naciones Unidas sobre la necesidad de un mejor sistema internacional para resolver las crisis de deuda soberana", destacó Stiglitz sobre el elegido por Fernández para negociar el pago de la deuda que tomó el gobierno de Mauricio Macri con eI FMI.
El país que recibe Guzmán y los errores del macrismo
El premio Nobel hizo un análisis profundo de la economía que recibió Guzmán, el que denominó como “el peor de los mundos posibles”, pero también destacó los logros del período previo al gobierno de Macri.
“Cuando el ex presidente Mauricio Macri asumió el cargo, su equipo económico admitió abiertamente que, si bien habían heredado muchos problemas, comenzaron con una gran ventaja: un bajo nivel de deuda”, ponderó, para luego pasar a enumerar las medidas neoliberales del gobierno macrista.
Se refirió así a los “recortes prematuros e innecesariamente grandes” en los impuestos a la exportación, al pago de deudas antiguas a los fondos buitre “con retornos desmesuradamente altos e intereses a largo plazo” y a la deuda tomada en dólares. Según explicó todas estas decisiones buscaban dar “señales favorables para el mercado” para que llegue una potencial oleada de inversión extranjera que estimule el crecimiento. “Incluso en ese momento pensé que era una apuesta insensata”, recordó.
“El resto es historia. No funcionó y, a medida que las cosas iban de mal en peor, Macri agravó los errores”, continuó Stiglitz. En este punto se refirió específicamente al programa de $ 57 mil millones con el Fondo Monetario Internacional, a las medidas de austeridad, “esfuerzos de esterilización equivocados para prevenir la inflación, lo que generó un sobreendeudamiento”.
“El peor de todos los mundos posibles estaba pronto a la mano: más inflación (alcanzando casi el 60% en el año en curso), mayor desempleo (ya a doble dígito y en aumento) y la reimposición de los controles de cambio”, enfatizó.
Las medidas para salir de la crisis
Stiglitz resaltó que “no hay balas mágicas” para sanear la economía argentina, pero destacó que es “más fácil decir qué no hacer”, al reivindicar las palabras de Fernández, quien había dicho que “uno no resuelve un problema de deuda excesiva asumiendo más deuda”.
“Tampoco se resuelve un problema de recesión y desempleo imponiendo más austeridad, que en cada recesión siempre conduce a una mayor contracción económica”, complementó el premio Nobel.
De todas formas, subrayó que Argentina “debe administrar sus recursos limitados” para utilizarlos en la reactivación económica. “Hay un enorme potencial. El turismo, por ejemplo, se disparó después de la última devaluación importante. Argentina tiene universidades de primer nivel y un gran número de personas emprendedoras altamente educadas”, ponderó por último el economista.