Ante los reclamos de los y las trabajadoras del Hospital Piñero, las autoridades del establecimiento cubrieron el mural antiderechos que desde principios de diciembre decoraba una pared externa de la maternidad del lugar. Las trabajadoras y trabajadores del establecimiento habían solicitado a las autoridades que taparan el dibujo, que mostraba un feto rodeado por un círculo de flores sobre un fondo celeste, pero su carta no obtuvo respuesta, según explicó una trabajadora del Área Programática del Hospital que, en diálogo con este diario detalló que “no se nos comunicó ni qué iban a hacer ni cuándo”. Sin embargo, el dibujo fue inicialmente cubierto por una lámina de madera, que más tarde quedó totalmente pintada de color celeste, como el resto de la pared.
El dibujo del feto florido había sido ideado y llevado a la práctica por la artista Lisette Feider, quien en redes sociales había detallado que se trataba de un "homenaje al niño por nacer". Luego de que las autoridades cancelaran su trabajo, la autora despidió al dibujo con un posteo en redes sociales en el que escribió "ya estás en otros muros que te abrazan con amor" y "soñarás un sueño celeste hasta que el estrépito de los tablones cayendo sobre el suelo te despierten en un país que supo reconquistar su libertad".
La gestación del mural había generado polémica puertas adentro del Piñero una vez que la autora presentó la propuesta de pintar un feto. “Autoridades del Hospital le pidieron que hiciera modificaciones al boceto pero ella siguió con su idea original”, contó una psicóloga del Piñero, que remarcó que “el acceso a la salud no puede estar atravesado por imágenes simbólicamente violentas como esta pintura”. En imágnes como esas, añadió, “se estigmatiza a la mujer respecto de cuál es su rol en la vida”. La especialista explicó que, además, “en el mismo pabellón se atiende a una mujer que acaba de perder su embarazo de ocho meses y a otra que tiene en brazos a su bebé recién nacido", por lo que en la Maternidad permitir ese tipo de obras puede lesionar derechos de pacientes.
La semana pasada, la asesora tutelar Mabel López Oliva presentó un oficio ante el Ministerio de Salud de la Ciudad para solicitar que taparan la pintura por constituir “claramente un obstáculo intimidatorio ante las niñas, adolescentes y personas afectadas en su salud mental, que recurren al lugar para acceder a la interrupción legal del embarazo”.
La primera vez que se acercó a la institución, la abogada López Oliva se reunió con el jefe de servicio del hospital, quien le aseguró que el mural no había sido autorizado por el Hospital. Sin embargo “no hubo control porque la artista hizo esto voluntariamente”. Luego de la intervención judicial, le informaron a la asesora sobre la decisión de tapar la pintura.
En sus redes sociales, la artista dijo ser víctima de “atropellos de parte de los directivos” del Hospital y adujo "hasta aprietes a mis afectos que trabajan allí". Además, compartió el boceto para sea usado "en remeras u objetos múltiples".
“Creemos que la iniciativa del mural antiderechos puede ser una especie de respuesta a la campaña de la agrupación Socorristas en Red”, evaluó la trabajadora del Piñero, en referencia a “En un mundo justo, las niñas no son madres”, una iniciativa lanzada a principios de diciembre. Las piezas, muchas de las cuales circulan por redes sociales, dan cuenta de la actividad de acompañamiento de embarazos no deseados en niñas y adolescentes durante el año que pasó. Parte de la campaña, además, consiste en la producción de murales, como los cincuenta que ya fueron pintados en distintas ciudades del país.
“Con solo imaginarnos qué le pasa a una adolescente víctima de una violación cuando llega al hospital y se encuentra con esta imagen alcanza para darle prioridad a estas personas y no a un dibujo”, advirtió la responsable de la Asesoría Tutelar Nº1 en diálogo con este diario. “El mural actúa como una barrera a la libertad y autonomía de estas niñas y adolescentes”, añadió.
Informe: Lorena Bermejo