La necesidad de abrir “un debate serio” sobre la despenalización de la marihuana y la llamada “lucha contra el narcotráfico” fue impulsada por la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, y por su par de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni. La ministra nacional dijo que está de acuerdo en comenzar un debate sobre “un modelo argentino sobre la legalización de las drogas blandas, no de las drogas duras”. Puso como primera meta la legalización del cannabis y luego “ver otras posibilidades, porque Argentina no es un país que esté preparado para legalizar las drogas duras”, al menos en lo inmediato.
Berni aseguró que “hay que cambiar el paradigma de la lucha contra el narcotráfico” porque “el camino no es profundizar este camino”, en referencia a la política desarrollada por la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que puso el énfasis en el secuestro de marihuana y en la persecución a los consumidores. “No soy hipócrita o demagogo, tenemos que sacarnos la careta. Hay que cambiar el paradigma y estudiar la legalización y la comercialización para el uso personal”, opinó Berni.
Puntualizó que “el narcotráfico y el consumo son cosas distintas” y agregó que “la consecuencia del narcotráfico no es el consumo” sino que “las consecuencias son la violencia, la corrupción y la ruptura del orden social de los lugares en donde se enquista el narcotráfico”.
Para Berni “el problema de la droga es otro, es un problema de salud pública”, pero en la Argentina “nos pasamos años hablando de narcotrafico y aún no pudimos generar los mecanismos para que aquel que consume no vaya preso”. Agregó que “detener a una persona no punible es tiempo, plata y esfuerzo que se pierde”.
Por su parte, la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic, afirmó que “hay que avanzar hacia la regulación del consumo de cannabis”, y anunció que en enero convocará a distintas organizaciones para “pensar un modelo argentino” para la legalización del cannabis.
“Hay que avanzar hacia la regulación del consumo de cannabis, inclusive sobre la producción para el consumo. Hay que dar un debate”, dijo Frederic, pero aclaró que se refería a “drogas blandas, no a drogas duras”, porque “eso no es lo que estamos proponiendo”. Berni, en cambio, había señalado que debía abrirse la discusión sobre todas las drogas, como una forma de ponerle freno al mercado ilegal.
Frederic aclaró que no está en desacuerdo con Berni en cuanto a la legalización “pero hay que empezar con las drogas blandas, y después ver de ampliarlo a otras. Argentina no es un país que esté preparado para despenalizar las drogas duras”, advirtió la funcionaria nacional.
“Hay que hacer un debate serio con actores que ya han avanzado, pensar una regulación y tomar los modelos canadiense, de algunos lugares de los Estados Unidos, y el uruguayo para ver en qué medida nos pueden ayudar a nosotros”, consideró. En ese sentido, la ministra dijo que “el costo para el Estado de la persecución por tráfico de marihuana es altísimo y el daño que causa es menor que el que causa el alcohol”.