Los Milwaukee Bucks no sólo son el mejor equipo de la NBA en la actualidad ni tienen al jugador más valioso (MVP) de la temporada pasada, el griego Giannis Antetokoumpo. Son tal vez el conjunto más divertido de la Liga estadounidense de básquetbol, con rutinas previas a los partidos que ya son un clásico y que causan furor en los fanáticos del torneo. Pero por el día de Navidad no lo hicieron y perdieron por paliza ante Philadelphia 76ers.

Con el griego con un rol protagónico y con el pivot Robin Lopez como su ladero principal, los Bucks comenzaron esta temporada con un juego que fue creciendo en la medida que el equipo fue ganando partidos y que ya se convirtió en una cábala: simular peleas de WWE (World Wrestling Entertainment, la lucha libre profesional de Estados Unidos) antes de cada partido.

En los pasillos de los estadios, justo antes de ingresar al parquet, o en las salas de video, Antetokoumpo, Lopez o el escolta Wesley Matthews "atacan" de imprevisto a alguna de sus víctimas y así se producen "feroces" combates de los que participan otros jugadores y que siempre terminan con alguno de los protagonistas derrotado. El buen ambiente en el equipo y la respuesta de parte del público motivó que las peleas aumenten en intensidad y en cantidad de luchadores.

La semana pasada, antes del partido frente a Los Angeles Lakers de LeBron James, el mejor jugador de la temporada pasada imitó el "codazo del pueblo" para golpear al pivot de 2,13 metros, un golpe patentado por el actor Dwayne Johnson, más conocido como "La Roca" durante su etapa como luchador, que celebró en las redes sociales la ocurrencia de los basquetbolistas. "Amo ver como se divierten estos muchachos", escribió el protagonista de la saga "Rápido y Furioso". 

La pelea no relajó a Giannis, que se despachó con uno de los mejores partidos de la temporada, con 34 puntos, 11 rebotes y siete asistencias, con cinco triples, su mejor registro desde que está en la NBA. Ante LeBron y el mejor equipo del Oeste, los Bucks y, en particular el griego, mandaron un mensaje al resto de la Liga.

Lo cierto es que los triunfos de los Bucks se sucedieron uno tras otro y así se convirtieron en el mejor equipo de la Liga, con un récord de 27 triunfos y cinco derrotas, para liderar con comodidad la Conferencia Este, con cuatro partidos de ventaja sobre los escoltas Miami Heat y Boston Celtics. También tienen la mejor marca en general, ya que Los Angeles Lakers comanda la Conferencia Oeste con un registro de 24-7.

Sin embargo, el miércoles en la visita ante los Philadelphia 76ers, el espíritu navideño motivó un pequeño cambio en la rutina, que a la vista de los resultados seguramente no volverá a pasar. Cuando Matthews buscó a Lopez para pelearlo, Antetokoumpo intercedió y los incitó a no golpearse. "No peleen, es el partido de Navidad", repitió el griego, que de esa manera frenó el combate.

Y no sólo eso, Matthews buscó un paquete y le hizo un regalo a Lopez, que lo agradeció con un abrazo. Sin la cábala de las peleas, los Bucks perdieron 121-109 ante los Sixers, y el trío Antetokoumpo-Matthews-Lopez cumplió una actuación para el olvido: el griego lanzó 0-7 triples, el escolta marcó cuatro puntos y el pivot hizo dos, sin capturar ni un rebote. Con ese resultado, es probable que el entrenador Mike Budenholzer, ex asistente de Gregg Popovich en San Antonio cuando jugaba Manu Ginóbili, obligue a sus jugadores a repetir las peleas de WWE.  


Lopez, que antes de llegar a los Bucks en esta temporada jugaba en Chicago Bulls y tiene un hermano mellizo llamado Brook que también integra el plantel de Milwaukee, ya había sido furor en la NBA por su relación con las diferentes mascotas de las franquicias, que lo molestan antes de cada partido, lo que provoca divertidas reacciones por parte del jugador.