Octubre TV lanzó el ciclo Vidas, que le permitirá al público que ingrese gratuitamente en octubretv.com poder ver los 23 documentales biográficos que lo integran, además de todo el material que tiene ininterrumpidamente la plataforma de contenidos audiovisuales del Grupo Octubre (series, entrevistas, retrospectivas, películas, etcétera), dirigida por la cineasta Paula de Luque. En este ciclo -que durará hasta el 31 de enero-, el público puede votar por su película favorita. Aquella que reciba más votos obtendrá el premio del público. Vidas se compone de una selección rigurosa de importantes documentalistas que narran biografías, en algunos casos de personas consagradas y en otros de seres que merecen ser rescatados del olvido de la historia.

Uno de los documentales seleccionados es Favio: crónica de un director, de Alejandro Venturini. A partir de una entrevista que le hizo al director de El dependiente un año antes de su muerte, Venturini estructuró un homenaje al Favio cineasta. En este film hay opiniones de Eliseo Subiela, de los actores Juan José Camero y Edgardo Nieva, que protagonizaron Nazareno Cruz y el lobo y Gatica, el Mono, respectivamente; el hermano del gran cineasta mendocino, Zuhair Jury; y Graciela Borges, que fue protagonista de El dependiente.

Hace treinta y cuatro años, Andrés Di Tella no era todavía el documentalista que es hoy sino periodista. Una vez le tocó entrevistar al escritor Ricardo Piglia. Y el autor de Respiración artificial le pidió que le pasara la desgrabación. Desde entonces, se vieron cada tanto hasta que en 1995 hicieron juntos un documental sobre Macedonio Fernández. En 2015 volvieron a trabajar conjuntamente: Di Tella realizó el documental 327 cuadernos, en el que enfoca sobre la relación del escritor con sus diarios personales. En 2012 se habían encontrado en Estados Unidos porque Piglia, que vivía allí y daba clases en la Universidad de Princeton, había decidido regresar a la Argentina. El escritor le señaló a Di Tella: “Estoy con estos cuadernos, pero algunas cajas las tiene mi hermano en Mar del Plata, yo tengo unas acá, otras guardamos en Buenos Aires. Tengo que guardarlos todos y ponérmelos a leer porque quiero editarlos. No quiero que venga alguien después a hacer eso. Quiero hacer algo, en el fondo, una obra literaria”.

Cualquier amante de la música popular sabe de qué le hablan cuando se menciona la palabra “Anconetani”. Pero detrás de esa marca de acordeones está la historia de una familia que tiene ese apellido. A principios del siglo XX, el italiano Giovanni Anconetani, oriundo de Loreto, Ancona –una región de Italia especializada en la construcción de acordeones–, vino a la Argentina como representante de Paolo Soprani, la fábrica de esos instrumentos, que por aquel entonces era mundialmente conocida. Giovanni no sólo los vendía sino que también los construía de manera artesanal: cada uno era único. Pero terminada la Primera Guerra Mundial, dejaron de llegar las piezas importadas de Europa y, entonces, Giovanni decidió fundar su propia fábrica, ahora sí con su apellido a secas: Anconetani. En esa fábrica trabajó y sigue trabajando su familia. Esta es la historia que dio origen al documental Anconetani, de Silvia Di Florio.

El film Lea y Mira dejan su huella, de la licenciada en Ciencias de la Comunicación Poli Martínez Kaplun, cuenta la historia de Mira Kniaziew de Stuptnik y Lea Zajac de Novera, dos mujeres nonagenarias que viven en Buenos Aires y que, siendo judías polacas, fueron enviadas de niñas al campo de exterminio de Auschwitz. Al pensar retroactivamente cada detalle relatado, no hay otra manera de llamar a estas dos personas –y a millones más que fueron arrancadas de sus tierras y de sus familias–, luchadoras innatas, apasionadas por la vida y por el amor. Lo que las mantenía en pie, sin duda, era la esperanza de poder respirar, simplemente, un aire limpio, sano. Por eso, al ver este documental, las preguntas que sobrevuelan son: ¿cómo seguir caminando luego de ese genocidio, con qué piernas, con qué fuerzas?

Poeta, dramaturga, ensayista y cuentista, Salvadora Medina Onrubia (1894-1972) fue militante anarquista y feminista. Abuela de Copi y pareja de Natalio Botana, el fundador de Crítica, fue la primera mujer que dirigió un diario en la Argentina. Pero en el tiempo que le tocó vivir, a principios del siglo XX, no tardaron en juzgarla por ser madre soltera, anarquista, dramaturga y poeta con solo 15 años. El documental Salvadora reivindica su figura y, a través de sus escritos autobiográficos y sus obras literarias, recorre parte de la historia de esta mujer que no encajó en los estereotipos de su época. La realizadora Daiana Rosenfeld, nacida en 1985, es la responsable de este film.

En Carta a un padre, Edgardo Cozarinsky parte en busca de las huellas de sus ancestros y descubre los lazos imprevisibles que lo unen con una genealogía hecha de rupturas: abuelo gaucho judío de fines del siglo XIX, padre oficial de marina, él mismo escritor y cineasta. Buenos Aires, Entre Ríos, París y Japón son las etapas de una investigación en la que descubre sucesivas capas de secretos y acuerdos tácitos. “Carta a un padre es un proyecto que fue haciéndose necesario para mí a medida que avanzaba su concreción. Un film de voces y de imágenes, algunas de ellas llegadas de un pasado lejano, otras filmadas por mí en los lugares donde busqué las huellas de mi padre. Siento que, sin saberlo, todo mi trabajo anterior fue llevándome gradualmente hacia este film", contó el cineasta en 2014, el año del estreno del documental.

En Crespo, la continuidad de la memoria, Eduardo Crespo va en busca de su pasado en un pueblo entrerriano, que también es el pasado de su padre. Pero en el camino, el relato se bifurca para contar también otras historias. El film es un intento por comprimir en una hora la debilidad de la memoria. En La boya, Fernando Spiner se alejó momentáneamente de la ficción para incursionar en el documental a través de este relato centrado en su relación con Aníbal Zaldívar, a quien conoció durante la adolescencia en Villa Gesell. Spiner se fue de allí con el objetivo de abrirse un lugar en el mundo del cine; su amigo, en cambio, se quedó para convertirse en un reputado periodista y poeta, además de un estudioso de la relación entre la poesía y el mar.


 

Las 23 películas del ciclo

* Carta a un padre, Edgardo Cozarinsky.

* 327 cuadernos, de Andrés Di Tella.

* La boya, de Fernando Spiner.

* No viajaré escondida. El Mito de Blanca Luz Brum, de Pablo Zubizarreta.

* Anconetani, de Silvia Di Florio y Gustavo Cataldi.

* Favio: crónica de un director, de Alejandro Venturini.

* Gabor, de Sebastián Alfie.

* Alejandro del Padro, el eslabón perdido, de Mariano Del Mazo y Marcelo Schapces.

* Ramón Ayala, de Marcos López.

* Lai, de Rusi Millán Pastori.

* Mi último fracaso, de Cecilia Kang.

* El mago de los vagos, de Pedro Otero.

* Apuntes para una herencia, de Federico Robles.

* I am MAD, de Baltazar Tokman.

* Salvadora, de Daiana Rosenfeld.

* Donde comienza el camino, de Hugo Grosso.

* Lea y Mira dejan su huella, de Poli Martinez Kaplun.

* Crespo, la continuidad de la memoria, de Eduardo Crespo.

* Transformación, de Iván Wolovik.

* El Cronista de Gobierno, de Marcelo Schapces.

* Sombras de luz, de Daniel Henríquez, Leonardo Novak y Carmela Silva.

* El teorema de Santiago, de Ignacio Masllorens y Estanislao Buisel Quintana.