La Plaza de Mayo se llenó de color cuando centenares de wiphalas comenzaron a dar la vuelta a la histórica pirámide. A la cabeza de la ronda número 2176 estuvo el presidente de Bolivia, Evo Morales, junto a Hebe de Bonafini y las demás Madres de Plaza de Mayo, que le brindaron su apoyo y se pronunciaron en contra del golpe de Estado en el país vecino. También se hicieron presentes representantes de ATE Capital -con su secretario general Daniel “Tano” Catalano- y de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), entre otras organizaciones. “Quiero agradecer por la invitación a las Madres de Plaza de Mayo, respetadas en todo el mundo”, dijo Morales luego de ser presentado como un “compañero y amigo de las Madres”.

“Respeto y admiro sus marchas por la vida y la democracia y aprovecho esta oportunidad para agradecerles a ellas y a todas las organizaciones de Derechos Humanos, al pueblo argentino y a su gobierno, por acompañarnos en la lucha contra la dictadura en Bolivia”. El presidente boliviano, que se encuentra exiliado en la Argentina hace dos semanas, también denunció que “grupos racistas y fascistas, momentáneamente, y usando la violencia, terminaron con nuestro proceso de cambio y con la revolución democrática cultural”


A su turno, Hebe de Bonafini remarcó que “Evo necesita manos, cabezas y cuerpos que lo ayuden”, y aseguró que ellas están trabajando con el dirigente “codo a codo”. “Bolivia está sufriendo, hay personas que no aparecen, personas asesinadas, compañeros que no son atendidos en los hospitales”, denunció la histórica luchadora. "Ese golpe maldito de los Estados Unidos al pueblo boliviano nos lo hicieron también a nosotros, a Venezuela y a Ecuador”, evaluó también. Luego, Bonafini subrayó que “es un lujo que un presidente derrocado tenga ganas de estar acá y de acompañarnos. Él vino para que no siga habiendo desaparecidos y para luchar y pelear”. “Para eso también estamos las Madres, para ayudar a las mamás bolivianas a encontrar a sus hijos y para que la gente de los hospitales sea atendida”, dijo también. Finalmente, la referente de los derechos humanos expresó que “tenemos que ayudar para que Bolivia pueda tener las elecciones que se merece, con el candidato que ellos elijan y defenderlo a capa y espada”.

Luego de los discursos, un grupo de bolivianos residentes en la Argentina comenzó a cantar y bailar al son de los sikus. “Cinco siglos resistiendo, cinco siglos de coraje”, decía una de las canciones, compuesta por el jujeño Bruno Arias, capaz de expresar un sentimiento común. Otros caminaron hasta la puerta de la Casa Rosada y cantaron “Alberto, Cristina, gracias por la ayuda” y “la Whipala se respeta”. Ese último es también el nombre de una agrupación de bolivianos de Villa Celina, La Matanza, que comenzó a organizarse después del golpe para llevar a cabo actividades de repudio. "La semana que viene estará allí Evo porque es uno de los territorios donde hay mayor concentración de la colectividad. Y además porque ya comenzará la campaña electoral que él dirigirá", adelantó a Página/12 Agustín, referente de "La Wiphala se respeta".

La Madre de Plaza de Mayo Rosa De Camarotti, contó en diálogo con este diario que “en otra época hemos pasado lo que él está pasando y es un honor poder recibirlo. Él habla mucho con Hebe, pero en general todas le damos mucha fuerza”. “Deseamos que los bolivianos sean libres y que haya una verdadera democracia”, remarcó. En tanto el canciller boliviano, Diego Pary Rodríguez, señaló que “la lucha de las Madres es histórica y Evo está muy agradecido de poder estar junto a ellas y poder acompañarlas”. En cuanto a las elecciones, expresó que “estamos trabajando en distintas actividades, reuniéndonos con la comunidad, con los líderes de nuestro país. Seguiremos organizando nuestra participación en ellas”.

Informe: Melisa Molina