La justicia nacional ordenó el comienzo de la investigación en la causa por abuso sexual abierta luego de que el senador y ex gobernador tucumano Jorge Alperovich
fue denunciado por su sobrina. Mientras termina de dirimirse la competencia entre el fuero nacional y el provincial, el juez Osvaldo Rapa, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35, dispuso peritajes psicológicos, aunque la fecha de realización todavía debe establecerse, ya que la denunciante vive en Tucumán. La resolución también indicó que se lleve adelante una inspección ocular en el departamento de Puerto Madero que el denunciado Alperovich usa durante sus estadías en Buenos Aires.
“La buena noticia es que empezó la investigación en Buenos Aires, porque ella había prestado declaración, había cumplido con el acto de ratificación de lo denunciado y ampliado, luego, con una declaración en el Juzgado 35”, detalló en diálogo con este diario el fiscal Santiago Vismara, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°10, ubicada en la ciudad de Buenos Aires. Junto con su par de la Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las mujeres (Ufem), Mariela Labozzeta, el fiscal Vismara había solicitado, también, que el juez indicara la toma de declaraciones testimoniales de testigos, pero todavía el magistrado no resolvió al respecto. Por su parte, la defensa de Alperovich no solicitó ninguna medida de prueba hasta el momento.
Originalmente, la denuncia fue radicada en dos jurisdicciones: la nacional, puesto que los primeros dos hechos de la acusación ocurrieron en Buenos Aires, y la tucumana, donde se registraron otros; de acuerdo con las tramitaciones habituales, las actuaciones al respecto deberían unificarse en una sola sede judicial.
Aún resta que la Justicia tucumana resuelva una apelación que la defensa del ex gobernador y actual senador nacional presentó para que la investigación quede a cargo de tribunales provinciales. Sin embargo, la semana pasada la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional decidió que se investigara en Buenos Aires. De todos modos, explicó el fiscal Vismara, “el problema de competencia no impide avanzar en la investigación”.
La fiscalía había solicitado que se realizaran exámenes psicológicos para establecer la existencia de indicadores de síndrome post traumático compatibles con los delitos que denunció la mujer. El juez Rapa ordenó esos y sumó evaluaciones psiquiátricas y estudios de personalidad.
La mujer, que vive en Tucumán, cuenta con custodia policial desde que radicó la denuncia, a principios de noviembre de este año. Tiene 29 años, es sobrina segunda de Alperovich, y trabajó con él. La denuncia involucra episodios ocurridos entre diciembre de 2017 y mayo de 2019. Luego de realizadas las presentaciones judiciales, ella hizo público el caso en una carta que compartió en redes sociales y en la que califica a Alperovic como “un monstruo”. "No quería que me besara. Lo hacía igual. No quería que me manoseara. Lo hacía igual. No quería que me penetrara. Lo hacía igual. Inmovilizada y paralizada, mirando las habitaciones, esperando que todo termine, que el tiempo corra. Ya saldría de ahí y estaría en mi casa, ya habría más gente alrededor, ya el disimulo y el trabajo lo iban a alejar de mí", puntualizó.