Un grupo de extrema derecha brasileño se adjudicó el ataque contra la productora de un programa de Netflix que muestra a un Jesús gay. El grupo difundió por redes un vídeo en el que tres personas enmascaradas se atribuyen la autoría del ataque y aportan imágenes del mismo. Acusan a la productora del programa y a Netflix de querer dividir a los brasileños. La policía de Río de Janeiro investiga si las mismas coinciden con las filmaciones de las cámaras de seguridad cercanas.
El origen de la polémica es 'La primera tentación de Cristo', una comedia de 46 minutos en la que Jesús presente un novio a su familia. El programa se estrenó en Netflix el tres de diciembre y fue realizado por la productora Porta dos Fundos. La madrugada del 24 de diciembre su oficina en Río de Janeiro sufrió un ataque con bombas molotov. Al menos cuatro hombres participaron del mismo. El ataque causó un incendio en el edificio provocando daños materiales en la entrada y la recepción. Los guardias de seguridad lograron controlarlo, por lo que no hubo heridos, según informó el miércoles Porta dos Fundos.
Ahora, la policía de Rio de Janeiro investiga la veracidad del video subido a las redes por el grupo de extrema derecha Comando Insurgencia Popular Nacionalista de la Gran Familia Integralista Brasileña. En la pieza, de poco más de dos minutos, tres hombres vestidos con camisas verdes y pasamontañas reivindican el ataque. Los encapuchados, cuya voz aparece distorsionada, califican de blasfema la película y cargan contra sus autores y Netflix, a los que acusan de querer dividir Brasil. En el video también muestran imágenes del momento en que arrojaron las bombas. La policía está cotejándolas con las de otras cámaras de seguridad. A través de ellas logró reconocer las patentes de un auto y una moto usadas en el ataque. "Todas las hipótesis son investigadas", dijo el comisario Marco Aurélio Ribeiro, tras recibir a los actores del programa.
El grupo de extrema derecha también exhibió una bandera del Brasil imperial y otra con la letra griega sigma, símbolo de la Acción Integralista Brasileña (AIB), un movimiento de inspiración fascista de los años 1930. La AIB, que tenía por lema "Dios, patria y familia", fue disuelta en 1937, pero algunos grupos mantuvieron su legado ideológico. Entre ellos se destaca el Frente Integralista Brasileño (FIB), que negó cualquier vínculo con el supuesto "comando" que se adjudicó el ataque.
Eduardo Bolsonaro, hijo menor del presidente de Brasil y diputado por San Pablo, catalogó al programa como un ataque a la fe. "Estamos a favor de la libertad de expresión, pero ¿vale la pena atacar la fe del 86 por ciento de la población? Queda la reflexión", escribió el diputado en un tweet. Los sectores más consevadores del país levantaron la voz contra la pieza que generó una ola de indignación. Brasil es de mayoría católica con una fuerte influencia de las iglesias evangélicas. Varios de sus líderes exigieron la prohibición del programa y casi dos millones de personas firmaron una petición para que Netflix lo retire de su plataforma. El grupo Porta dos Fundos ya había generado otras polémicas por sus abordajes satíricos sobre asuntos religiosos.
El actor Joao Vicente de Castro, uno de los miembros de la productora que se reunió con la policía, dijo confiar totalmente en la investigación. "Lo que ocurrió fue un atentado a la libertad de expresión", declaró el actor. La productora emitió un comunicado donde reafirmaron sus convicciones. “Seguiremos adelante, más unidos, más fuertes, más inspirados y seguros de que el país sobrevivirá a esta tormenta de odio y de que el amor prevalecerá junto con la libertad de expresión", expresó Porta dos Fundos. A su vez, condenaron los actos de odio y violencia y esperan que los responsables sean encontrados y castigados. La productora fundada en 2012 ganó este año un premio Emmy Internacional en la categoría Comedia por el Especial de Navidad del año pasado. En ese caso la historia versó sobre doce apóstoles afectados por una noche de alcohol que van en busca de Jesucristo.