Es un juego y una pequeña obra de arte, donde el trazo evidencia meticulosa precisión y cada detalle es decisivo. No por nada lo llaman el ¿Dónde está Wally? de los paladares sofisticados, y le agradecen haber subido el estándar de la sencilla premisa (léase encontrar personajes y objetos) con su formato interactivo, monocromático, preciosista. Creado colaborativamente por el diseñador holandés Adriaan de Jongh y el ilustrador francés Sylvain Tegroeg, se trata de Hidden Folks, multipremiado proyecto indie de reciente lanzamiento que cosecha loas por estética, jugabilidad, complejidad; en especial porque hasta la más ínfima línea de los 14 escenarios disponibles (un camping, una fábrica, un desierto, etcétera) fue hecha a mano. “Todo en el juego fue dibujado artesanalmente, y luego escaneado, animado, guionado”, destaca Adriaan sobre la iniciativa “point and click”, donde el jugador deberá destapar cortinas, cortar arbustos, cerrar puertas y ventanas o picar a cocodrilos, para dar con la meta deseada. “En total el juego incluye más de 200 interacciones únicas. Algunos niveles, además, son dinámicos: los autobuses circulan por las calles, los personajes saludan”, describe el sitio La Vanguardia al referirse al desarrollo devenido tesorito instantáneo, disponible para iOS, Steam y Apple TV, que vale como entretenimiento y cual monona ilustración, digna de ser contemplada. Con suma atención, no vaya a ser cosa que se escape la pista precisa.