“Se trata de un monumento que es, a la vez, desconcertante y tremendamente familiar. Una pieza de arte público de la que toda la comunidad puede sentirse orgullosa. Es totalmente Brixton, es totalmente Bowie. Donde el hombre que cayó a la tierra vino a la tierra, un homenaje de corazón”, se persigan los integrantes de la firma creativa This Ain’t Rock’n Roll, de Londres, al adelantar su venidera obra: una escultura que emula el rayo azul-rojo que Pierre La Roche pintó sobre el rostro del fallecido cantor en el ‘73 para la portada de Aladdin Sane, eternizado entonces por la lente de Brian Duffy. Rayo devenido auténtico ícono pop, que reproducirán en 9 metros de altura, en acero inoxidable, amén de homenajear al músico en el barrio que lo vio nacer. “Una misiva de otra dimensión, lanzada desde lejos”, esboza el team brit detrás de la propuesta al definir la ocurrencia, que ya cuenta con el visto bueno del círculo íntimo del duque blanco y el aval de las autoridades de la localidad. No así con las libras esterlinas que necesitan para dar definitiva forma e instalarla a pocos metros del afamado mural del artista urbano Jimmy C, que recrea el arte de tapa del mentado disco, en Tunstall Road. Lo harán si logran reunir la abultada suma de 990 mil billetes que amablemente solicitan a través del sitio Crowdfunder.co.uk, a cambio de premios a los donantes (remeras, colgantes, cuadros, etcétera). “Creemos que es una forma apropiada de decirle gracias al hombre que cambió el mundo. Un agradecimiento no del gobierno ni de la industria: nuestro, de la gente, de los fans, de los raros que nunca fueron los mismos después de escuchar Bowie”, se emociona el team de diseñadores, afortunadamente rayados.