“Prácticamente son pinturas en movimiento, parecieran haber sido creadas para un museo: imágenes puramente digitales diseñadas para demostrar qué podía hacer una computadora en aquel entonces; imágenes que no exageran porque tienen parámetros simples”, se entusiasma el brasilero-holandés Rafaël Rozendaal al referirse a los… protectores de pantalla. Musa de ocasión para este artista visual que ha curado una muestra exclusivamente dedicada a los, sí, sí, screensavers que antaño se activaban cuando la PC pasaba cierto tiempo inactiva, y que nomás mover el cursor desaparecían sin más. “En cierto modo, eran puramente funcionales: no necesitaban contar una historia, demandaban cero atención del usuario y se esfumaban antes de que uno tuviera tiempo de estudiarlas con propiedad”, ofrece Rozendaal sobre las piezas anónimas que “emergieron como solución a un problema (que el monitor se queme), evolucionaron hacia un espacio de experimentación y se desvanecieron de la vida digital sin hacer barullo”. Pero barullo harán, si Rozendaal tiene vela en un entierro de larga data, que hoy resucita a sus muertos; entre ellos, el salvapantalla de tuberías, el de pececitos nadadores, el de misteriosos castillos, el de tostadoras voladoras, el de campo de estrellas, por mencionar unos pocos “hits” de los 90s. Con cita en el Het Nieuwe Instituut de Rotterdam hasta fines de junio, Sleep Mode –tal es el nombre de la exposición– suma además la palabra de los programadores creadores y audio-tours, entre actividades varias que buscan profundizar en el lenguaje lúdico y utilitario de la vedette de ocasión. Ya lo dice su curador: “Las limitaciones de estos computadores crearon un lenguaje único. Los gráficos en movimiento y los videojuegos son hiperrealistas, pero esto no me interesa mucho. Estoy interesado en la abstracción forzada. El pintar abstracción es un lujo, pero la abstracción en los computadores es una necesidad”.