(Desde Santa Fe)
Lo que hace una semana parecía imposible, sucedió ayer en el Senado. En una sesión de menos de dos horas pero más de 24 de negociaciones en la Legislatura y en la Casa Gris, la Cámara alta sacó los tres proyectos que pidió Omar Perotti. A la adenda que suspendió el Consenso Fiscal la convirtió en ley. Y le dio media sanción a las otras dos iniciativas más importantes: la emergencia alimentaria, económica y en seguridad (pero no por dos años como quería el gobernador, sino por 18 meses, hasta junio de 2021) y la ley impositiva que incluyó la gran novedad política: aumentó el impuesto a los ingresos brutos a la “industria de transformación de cereales y oleaginosas” (que tenían congelada la alícuota en el 0,25% por un acuerdo de Miguel Lifschitz con las Bolsas de Comercios y ahora pagará el 2%) y a las entidades financieras que se unificarán en el 7% (excepto el Banco Municipal de Rosario y los cooperativos que seguirán con el 5,5%). “Los que tienen mayores recursos deben pagar más impuestos en Santa Fe. Ese es el camino”, dijo el senador del PJ Rubén Pirola en la única mención al asunto en el debate. “Es un día histórico, por primera vez en la provincia se grava a las cerealeras con dos puntos de ingresos brutos y a los bancos con 7 puntos”, ponderó fuera del recinto el jefe del bloque de diputados del PJ, Leandro Busatto, al recordar que ni Hermes Binner, ni Antonio Bonfatti, ni Lifschitz lograron lo que hizo Perotti. “Es una reforma progresista”, celebró. El acuerdo político que habilitó la aprobación del paquete tributario en el Senado incluye a la Cámara de Diputados que el lunes la convertirá en ley.
La distensión política en el Senado coronó dos hechos. Perotti alineó a los seis senadores del PJ que responden a Armando Traferri –los mismos que le votaron el presupuesto que le había armado Lisfchitz– con una ronda de diálogos: primero, a solas con el ex jefe del bloque; luego con los demás: Pirola, Guillermo Cornaglia y los tres del norte: José Baucero, Osvaldo Sosa y Raúl Gramajo. Ese momento fue retratado en una foto que Cornaglia publicó en su Facebook. “Una reunión extensa y muy buena con el gobernador que acercó posiciones y sirvió para acordar el trabajo conjunto con el gobierno provincial”, reveló Baucero. En el enlace tuvo mucho que ver la vicegobernadora Alejandra Rodenas. La jornada del lunes –dijo Baucero– será “un gran desafío para lograr los consensos que permitan” que la Cámara de Diputados apruebe no solo la ley tributaria –como se acordó– sino también la emergencia, que es la que está en debate.
El acuerdo para aprobar la adenda del Consenso Fiscal y el paquete impositivo se cerró en una mesa chica entre el ministro de Economía Walter Agosto, senadores y cinco diputados que responden a Lifschitz: Joaquín Blanco, los ex ministros Pablo Farías y Maximiliano Pullaro, Fabián Palo Oliver y Gabriel Real. “Hicimos un gran esfuerzo”, dijo Pirola, al agradecer la mediación de Rodenas y a sus colegas del Frente Progresista, a quienes llamó “actores centrales”. El jueves Perotti había mandado a la Legislatura a destrabar las negociaciones a tres ministros: Agosto y a sus colegas de Gobierno Esteban Borgonovo y de Gestión Pública Rubén Michlig. Y después, alrededor de las 18.30, se reunió con los senadores del PJ disidente; antes lo había hecho con Traferri.
El Senado trabajó sobre tablas. Primero aprobó la ley tributaria, por unanimidad, con el voto de los 18 senadores presentes (los doce del PJ, cuatro de la UCR y los dos radicales disidentes). Después la emergencia por 16 a 0 (con la abstención de los cuatro de la UCR: Felipe Michlig, Rodrigo Borla, Orfilio Marcón y Lisandro Enrico). Y cerró con el Consenso Fiscal que convirtió en ley, también por unanimidad.
Todos los discursos coincidieron en el tono y el final feliz. “Estoy contento”, dijo Traferri. Michlig compartió su “satisfacción” política. Aprobar el paquete impositivo –que incluye el aumento de impuestos a las cerealeras y bancos– por unanimidad y lograr que el lunes la Cámara de Diputados lo convierta en ley “no es un hecho menor”, planteó Traferri. “No es lo mismo sacar una ley por mayoría que hacerlo por consenso. Y lograr consenso es más difícil que criticar desde la oposición”. “El gobernador Perotti va a tener las herramientas para gobernar la provincia”, prometió.
El senador Michlig, que preside el bloque de la UCR, coincidió. “Estamos muy satisfechos porque terminamos el año de la mejor forma. Con un gobierno que solo tiene 17 días de gestión”. Logramos “recomponer la relación” política en el Senado que era muy tensa con la Casa Gris porque el “objetivo es hacer el mejor aporte a Santa Fe”, se felicitó.
“Como arrancamos el 11 de diciembre parecía difícil llegar al consenso, pero lo logramos”, no sólo entre el gobernador y el Senado, sino también con Diputados. “Había que dar el primer paso y lo hicimos: se abrió el diálogo, acordamos una ley impositiva porque si pasaba para febrero iba a ser una mala señal, porque se trata de una herramienta muy importante para el Poder Ejecutivo”, concluyó el radical.