El presidente Alberto Fernández consiguió juntar alrededor de la misma mesa a centrales sindicales, empresarias y organizaciones sociales para la firma de un pacto social que lleva por título Compromiso Argentino para el Desarrollo y la Solidaridad, presentado como la antesala del Consejo que busca poner en marcha durante el año que inicia. En el acuerdo, de fuerte contenido social, los sectores participantes asumieron "el compromiso de trabajar juntos para abordar esta emergencia". Uno de los objetivos del encuentro, explícito, fue mostrar un foto de apoyo al Ejecutivo de parte de los sectores de la producción y del trabajo de cara a las negociaciones para renegociar la deuda con el FMI y los bonistas. Los únicos ausentes en la convocatoria, repleta, que encabezó el Presidente fueron los dirigentes de la Mesa de Enlace.
En el encuentro, el Presidente destacó que en el mismo salón se hubieran sentado todos los actores del país: los que trabajan, los que invierten, los que producen y los que gobiernan. Que así estaba cumpliendo lo prometido en campaña, que las políticas a llevar adelante se tomarían juntos. Planteó la reunión como "el inicio de un diálogo" para la resolución de los problemas que arrastra la economía. En ese sentido, repitió el cuadro ya descripto varias veces. "Estamos en un país que lleva dos años consecutivos de caída del consumo y más de veinte meses de caída de la actividad industrial, y esto hay que revertirlo rápidamente, el modo es que los industriales inviertan, que la industria crezca, que podamos exportar, que de ese modo generemos trabajo, que la economía vuelva a moverse como todos soñamos, y la idea es que lo hagamos entre todos", instó el Presidente, según informó la Casa Rosada.
El texto del compromiso destaca su carácter solidario. "Hay que empezar por ofrecer respuestas a los últimos para llegar a todos", sostiene, y se pone énfasis en la urgencia de "dar respuesta a la trágica deuda social" contribuyendo "con un esfuerzo extraordinario a la obligación moral de poner en la mesa de todas nuestras familias el pan que no debería faltar".
En el segundo punto ingresa en la cuestión del endeudamiento público. "La voluntad de pago requiere condiciones compatibles con la atención de la deuda social y el crecimiento de la economía", advierte, muy en línea con la prédica de Fernández, que reclama un período de gracia para permitir que la economía se desarrolle y genere los recursos para los pagos. Textualmente expresa "nuestra confianza y respaldo a la gestión que ante los acreedores privados y organismos internacionales realizará el nuevo gobierno. No será la mera negociación de un país. Lograr una solución sustentable será la tarea colectiva de todo un país que reclama poner a la producción y al trabajo por encima de la especulación financiera y la fuga de capitales".
Los dirigentes comenzaron a ingresar poco antes de las 16 por la entrada de Rivadavia. El titular de la UIA, Miguel Acevedo, y uno de las CGT, Héctor Daer, se sentaron juntos en la larga mesa del Salón Eva Perón que encabezó Alberto Fernández flanqueado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. El texto del compromiso tiene la impronta de ambos. Beliz, en especial, se encargó del diálogo con sindicalistas y empresarios. También participaron los ministros de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, del Interior, Wado de Pedro, de Agricultura, Luis Basterra, de Trabajo, Claudio Moroni, y de Producción, Matías Kulfas
Además de Acevedo, por parte del sector empresarial firmaron la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (Apyme), y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Hubo una nutrida presencia sindical entre los que se contaron el otro secretario cegetista Carlos Acuña, Antonio Caló (UOM), Hugo Moyano (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN), Víctor Santa María (Suterh), Sergio Palazzo (Bancarios) y Hugo Yasky (CTA). Una novedad del acuerdo fue la incorporación de las organizaciones sociales. Hubo representantes del Movimiento Evita, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, la CTEP, el MTE, el Frente Popular Darío Santillán, entre otros. El documento fue circulando de asiento en asiento para que todos sumaran su firma democráticamente al pie del documento de cuatro carillas.
El texto hace mención al Consejo Económico y Social que el Gobierno enviará al Congreso, que se convertirá en el ámbito para discutir políticas sectoriales y llegar a acuerdos multisectoriales. "Hay casos en donde ya empresarios, sindicatos, movimientos sociales y otros actores han arribado a entendimientos sectoriales, que sólo exigen precisiones técnicas, así como un adecuado nivel de viabilidad jurídica y presupuestaria para su implementación", resalta.
Luego del encuentro, que se extendió durante poco más de una hora, Arroyo por el Gobierno, Daer por la CGT y Acevedo por la UIA dieron una conferencia de prensa en la que destacaron como "un hecho inédito en los últimos años de la Argentina que estén en una misma mesa todos los que tienen que ver con la producción, el trabajo y la organización social, los que le ponen el cuerpo para trabajar en la Argentina, y el Estado, y que hayan firmado un compromiso con un conjunto de lineamientos significativos", de acuerdo a la lectura que hizo el ministro de Desarrollo Social.
Luego de haber sido un dirigente cercano al macrismo, Acevedo ya en la campaña se reunió con Alberto Fernández y mostró coincidencias con su propuesta de reactivar una actividad económica en caída libre. "Esto es algo que reclamábamos hace tiempo. Con la mirada hacia el futuro, tenemos que ver como empezamos a trabajar en forma conjunta todos los sectores para conseguir una mejor Argentina para todos", afirmó ayer. Daer prefirió destacar el fuerte respaldo que significaba para el Ejecutivo que todos los sectores expresaran un apoyo unánime de cara a las negociaciones por la deuda.
Varias preguntas de la conferencia de prensa giraron en torno al posible aumento de una suma fija para los empleados privados y estatales que se rumoreó en los últimos días, pero los dirigentes explicaron que esa medida no formaba parte del temario del encuentro.