Desde Brasilia
La detención de militares venezolanos en territorio brasileño el jueves pasado, de lo cual sólo se informó el viernes por la noche, fue el segundo incidente ocurrido en la región fronteriza en sólo cuatro días. Una base del Ejército venezolano había sido asaltada el domingo por un grupo que habría recibido apoyo desde Brasil y Colombia, denunció Caracas.
"Durante un patrullaje conducido por el Ejército fueron localizados cinco militares en tierra indígena Sao Marcos", reportó un comunicado firmado por los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores brasileño. Los presos fueron trasladados a Boa Vista, capital del estado de Roraima, "donde están siendo entrevistados". Luego de la captura permancía habilitado el principal paso fronterizo que une las ciudades de Pacaraima, del lado brasileño, y la venezolana Santa Elenda del Guairén. En el parte firmado por Defensa y Cancillería no se precisó si los arrestados son elementos regulares de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana o desertores como los que ingresaron hace un año a territorio brasileño donde se les concedió asilo.
El domingo pasado fue atacado Batallón 513 de Infantería en el municipio Gran Sabana, estado venezolano de Bolívar, donde murió un cabo de la Guardia Nacional Boliviariana. Los responsables de la acción se hicieron con 120 fusiles de asalto 9 lanzacohetes, arsenal que habría sido trasladado en parte a territorio, según declaró uno de los responsables del sabotaje en el que participaron indígenas venezolanos. Aldeas de pueblos originarios se encuentran en el norte brasileño, especialmente en el estado de Roraima cuyas reservas son hostilizadas por traficantes de oro y diamantes envalentonados desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro, hace prácticamente un año.
En un comunicado publicado este sábado Caracas solicitó la deportación de los "desertores" responsables del ataque "terrorista" contra la unidad de Gran Sabana. "Venezuela, en estricto apego al Derecho Internacional y la buena vecindad jamás ampararía asaltos a unidades militares de Brasil ni actos de desestabilización". Hasta el cierre de esta crónica no hubo respuesta oficial brasileña a la solicitud de extradición, más allá del comunicado del viernes en el que se destacó el refuerzo de los operativos en una frontera porosa de 2.199 kilómetros en el ombligo de la Amazonia.
El número de efectivos militares y armamento en Roraima, donde funciona la Primera Brigada de Intantería de la Selva, han crecido en paralelo al auge de la tensión con Venezuela inicida con la suspensión de las relaciones diplomáticas a poco del golpe que derrocó a Dilma Rousseff en 2016 y atizada desde la toma de posesión de Bolsonaro.
Antes de cumplir un mes en el cargo, el 23 de enero de este año, Bolsonaro reconoció como presidente "legítimo" al opositor Juan Guaidó y luego recibió las cartas credenciales de su embajadora un cargo decorativo dado que el encargado de negocios del gobierno del presidente Nicolás Maduro continúa despachando en el prefio de la misión diplomática Brasilia.
Hace once meses el gobernante de extrema derecha se apresuró para ser el primero de América Latina en dar reconocimiento a Guaidó durante una rueda de prensa realizada durante su paso por el Foro Económico Global de Davos, Suiza. Paréntesis: ese anuncio sobre Venezuela fue posiblemente lo más destacado del primer viaje internacional del mandatario.
Para dar pruebas de su alineamiento apasionado con Donald Trump también sugirió aceptar el desembarco de tropas estadounidenses en la frontera e insinuó ceder soldados para una ofensiva conjunta sobre Venezuela. Idea de la que luego fue disuadido por parte de generales conocedores de la vulnerabilidad estratégica dela Amazonia brasileña.
Ante la escalada de la tensión fronteriza de la semana pasada Bolsonaro optó por evitar declaraciones altisonantes. Pero dos días antes del ataque a la unidad de Gran Sabana conversó durante quince minutos con Trump sobre el comercio bilateral y otros asuntos respecto de los cuales no quiso dar detalles a los periodistas que lo indagaron en Brasilia. Quien apueste a que hablaron sobre Venezuela puede estar en lo cierto. La situación en el país caribeño fue tratada en al menos dos de las tres reuniones que ambos tuvieron a lo largo del año.