En una nueva muestra de persecución hacia dirigentes del masismo en Bolivia, el ministro de Gobierno Arturo Murillo amenazó al vicegobernador de la provincia de O’Connor, Walter Ferrufino, con iniciarle un proceso penal. Según el ministro del gobierno de facto, Ferrufino habría cometido un delito al permitir que Evo Morales se contactara vía telefónica desde Argentina para la inauguración de un mercado popular.
Según Murillo, el vicegobernador "está en problemas, ha cometido un delito y ese delito lo va a tener que purgar en la justicia", agregando que el Ministerio Público ya está avanzando sobre el caso. Ferrufino se contactó telefónicamente con el expresidente Evo Morales en medio de la inauguración de una obra en el municipio de Tarija.
En ese contacto, el depuesto mandatario había llamado a la unidad de sus militantes. Para Murillo, el vicegobernador debe ser investigado por este hecho, ya que fue él quien estuvo a la cabeza del acto. Según el funcionario, Morales también cometió ese delito, pero no le abrirán un expediente porque ya cuenta con un proceso penal en curso por sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo.