A 413 días de su detención arbitraria –según el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas–, la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, denunció que el mandatario radical Gerardo Morales le pagó 500 mil pesos a otra interna del penal para que la hostigue y la persiga. La dirigente social aseguró que no tuvo ninguna pelea dentro de la cárcel de Alto Comedero, como afirmaron algunos dirigentes y medios afines al oficialismo, y ratificó el intento de suicidio informado por PáginaI12: “Lo de las tijeras fue una consecuencia de las causas que me fabrican. Nunca fue una pelea. Acá no me interesa liderar nada. Estoy haciendo otras cosas. Estoy escribiendo un libro, estoy leyendo. No me interesa quién manda en un pabellón. Es mentira. Cuando celebramos el jueves de comadre es para agradecer a la Madre Tierra en una ceremonia. No es una fiesta. Por primera vez hicimos en el penal una ceremonia a la madre tierra por lo que nos está  brindando, lo poco o lo mucho. Porque hay que ser agradecido”, detalló Sala.

Mientras la Corte Suprema de Justicia espera el informe que solicitó el miércoles sobre sus condiciones de detención, la líder de la Tupac habló desde el teléfono fijo del penal y contó su situación: “Acá nos están apretando demasiado. Han pagado a una mujer 500 mil pesos para que nos siga continuamente en el penal”, reveló. La entrevista fue realizada por el cura Juan Carlos Molina, ex titular de la Sedronar. Allí la diputada del Parlasur señaló a Morales como el responsable del hostigamiento del que es víctima por parte de una interna de apellido Maldonado. Según explicó, el abogado de esa presa pertenece al estudio de un funcionario de la gobernación, Luciano Rivas. “(Maldonado) me dijo que si afuera no me mataron, me iba a matar ella acá adentro. Cuando yo dije el asunto salieron a responder que tienen orden de arriba. Imaginate de quién”, relató Sala y apuntó a Morales: “Es una locura lo que están haciendo. Por eso hice lo que hice, que me puntié el estómago”.

–“¿Pensás que te quieren muerta?” –le preguntó el conductor del programa.

–“Eso es lo que quiere Gerardo Morales. Lamentablemente, hay gente que está aprendiendo de eso. Como la interna Maldonado. Si yo le respondo de la misma manera, lo primero que me hacen es un informe y me llevan a la chancha”, respondió Sala. La dirigente jujeña habló también de su intento de suicidio: “¿Viste la teoría del samurái? Se mataban porque preferían matarse ellos antes de que los maten los enemigos. Yo la tengo muy clara esa teoría”, dijo. 

Respecto del incidente de la semana anterior, que según los dirigentes de la UCR fue producto de una disputa por el liderazgo dentro de la cárcel, Sala fue muy clara: “Lo de las tijeras fue una consecuencia de las causas que me fabrican. Nunca fue una pelea. Acá no me interesa liderar nada. Estoy haciendo otras cosas. Estoy escribiendo un libro, estoy leyendo. No me interesa quién manda en un pabellón. Es mentira. Cuando celebramos el jueves de comadre es para agradecer a la Madre Tierra en una ceremonia. No es una fiesta. Por primera vez hicimos en el penal una ceremonia a la madre tierra por lo que nos está brindando, lo poco o lo mucho. Porque hay que ser agradecido”. 

También fue crítica del pedido de informes que solicitó la Corte: “Lo que tienen que hacer es trabajar para que no haya presos políticos. No es solo Milagro Sala, sino que hay otros siete compañeros”, dijo y agregó: “Todo por los caprichos de un tipo que tiene un odio visceral hacia las organizaciones sociales”. La dirigente, sin embargo, evitó profundizar el tema “porque después toman represalias con nosotras o con la familia”.  

En la entrevista telefónica, Sala también apoyó las protestas que se realizarán esta semana como el paro docente, la marcha de la CGT y el paro internacional de mujeres del miércoles. Sobre la manifestación feminista denunció que “por orden de Gerardo Morales y del director del penal, no quieren que se haga nada”. “Es una vergüenza”, sentenció. Sobre el final de la entrevista, afirmó: “Quiero pedirle perdón a los argentinos por mi arrebatamiento de quererme matar. Pido disculpas desde mi profundo corazón de coya”.