En estos 20 días de la nueva gestión encabezada por el gobernador Gustavo Sáenz, a falta de un Jefe de Gabinete emergieron dos figuras dentro del organigrama, la Coordinación de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación, a cargo de Pablo Outes, y la Coordinación Administrativa que lleva adelante Nicolás Demitrópulos, que concentraron la delegación de atribuciones que le son propias al primer mandatario.
Para ambos funcionarios estas prerrogativas no serán novedad ya que supieron ser mano derecha de Sáenz durante los cuatro años que ejerció como intendente capitalino.
El gobernador en el decreto que las pone en funcionamiento fundamentó ambas coordinaciones en que por “el propósito de dotar a la Administración Provincial de una organización más eficiente y eficaz, se estima conveniente la creación un organismo con suficiente capacidad institucional, administrativa y técnica”.
Outes, el coordinador político
Con este diseño imaginado por el primer mandatario provincial, Outes seguramente mantendrá un perfil alto y será una de las caras visibles del gobierno, secundando a Sáenz en las cuestiones institucionales y políticas.
Por ello tendrá a su cargo las relaciones del Gobierno de la Provincia de Salta con estados extranjeros y organismos internacionales. También las relaciones del Poder Ejecutivo con el Consejo Económico y Social y con los municipios y las políticas de promoción nacional e internacional de Salta.
Outes será además el supervisor de las sociedades del Estado, empresas con participación estatal, entes autárquicos, organismos descentralizados, organismos desconcentrados y fondos especiales.
Y, por último, tendrá en sus manos la posibilidad de negociar el financiamiento proveniente de organismos nacionales, organismos internacionales de crédito o estados extranjeros, excepto el financiamiento que tenga como objeto principal la realización de obras de infraestructura. Aunque según el tipo de crédito, para que finalmente se concrete deberá contar con la autorización de la Legislatura.
Apenas asumido en funciones Outes ya dio una entrevista en el periódico El Expreso donde admitió que la administración provincial tiene un déficit de 14 mil millones entre los gastos de funcionamiento y los servicios de la deuda.
Esa declaración después repercutió en la Cámara de Diputados y encendió un alerta debido a que hasta el momento no se contaba con la información de tamaño desfasaje económico.
Es probable que Outes asuma este papel de vocero del gobierno, que durante la gestión de Juan Manuel Urtubey ostentaron Carlos Parodi y Fernando Yarade como jefes de Gabinete. Por lo pronto desde el ámbito legislativo se ilusionan en que la relación con el nuevo coordinador sea más fluida que la que tuvieron con Parodi y Yarade, porque a pesar de que figuraba en la Ley de Ministerios como una de sus obligaciones brindar informes periódicos a ambas cámaras, lo cumplieron en forma esporádica.
El poder en las sombras
Con tareas que le permiten mantener un perfil muy bajo, pero que a su vez le dan atribuciones ejecutivas de mucha relevancia, Nicolás Demitrópulos es el hombre fuerte de la administración del Ejecutivo.
En primer lugar tiene en sus manos la relación con la prensa al ser el responsable de la difusión de la obra de gobierno e información oficial. Esto no significa que Demitrópulos será el encargado de distribuir o comunicar las acciones del Ejecutivo, tarea para la que está el secretario de Prensa, Víctor Lamberto, y su equipo, pero sí, y tal como ya lo hacía en la Municipalidad de Salta, manejará la pauta oficial con todo lo que eso implica.
No son pocos los periodistas que sospechan preocupados que se repetirán las listas negras que existían en el municipio con el reparto de publicidad, porque estar en ella significaba directamente ser excluido o, en el mejor de los casos, recibir un monto mínimo.
Por lo pronto ya hubo solicitantes de publicidad que obtuvieron como respuesta que en Salta se iba a replicar el modelo que impondrá el presidente Alberto Fernández en la Nación para otorgar pautas solo a los medios y no a periodistas individuales, algo poco viable en la provincia, donde la mayoría de los programas son producciones independientes para las que los trabajadores de la prensa alquilan espacios en los medios radiales y televisivos.
El otro gran atributo de Demitrópulos refiere al control que tendrá de los recursos humanos del Ejecutivo provincial. El decreto que crea su coordinación le atribuye ser el encargado de las “designaciones y contrataciones y sus respectivas remuneraciones y liquidaciones, cualquiera sea el encuadre jurídico que implique la prestación de servicios personales que se realicen en cualquier ámbito de la administración pública, centralizada, descentralizada, entidades autárquicas, sociedades del estado, sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria”.
Por ello en los pasillos del Centro Cívico del Grand Bourg lo señalan al flamante coordinador como el responsable, junto a los ministros de cada área, de definir la continuidad o despidos de los empleados que se venían desempeñando desde la gestión anterior.
Luego de una primera oleada de cesantías, mañana se espera un día difícil en las diferentes dependencias públicas ya que con el último día del año vencen muchos contratos y por el momento todo es incertidumbre entre los trabajadores.
Tal es la injerencia de Demitrópulos en los Recursos Humanos, que está en sus manos establecer las escalas salariales de las autoridades superiores de la Administración Pública y centralizar la liquidación de haberes, eso significa que él define cuanto y cuando van a cobrar los empleados públicos.
Ambos coordinadores tienen remuneración y trato protocolar de ministros, lo que representa, según la escala salarial publicada en el sitio oficial del gobierno, un sueldo bruto de 156.041 pesos, que con los descuentos queda de bolsillo en $108.402.