El Monterrey, dirigido por Antonio "Turco" Mohamed y con otros seis futbolistas argentinos en su plantel, se consagró campeón del torneo Apertura de la Liga de México, al superar en la madrugada del lunes por penales al América, como visitante en el estadio "Azteca".

Luego de empatar en el marcador global 3-3 tras los 210 minutos de serie disputados, los "Rayados", que venían de ser terceros en el Mundial de Clubes, cortaron una racha de tres finales perdidas de manera consecutiva.

Luego de empezar 0-2 en el encuentro, el ex delantero de River Rogelio Funes Mori empujó el balón para poner la igualdad en la serie, tras haber sido protagonista de la victoria en el encuentro de ida, con una soberbia chilena en tiempo de descuento, que dio la vuelta al mundo.

Para la tanda de penales, el conjunto visitante, con Marcelo Barovero en el arco, logró llevarse el campeonato, luego que Nicolás Castillo y el argentino Guido Rodríguez fallaron sus respectivos penales, lo que abrió la puerta a los "Rayados" para coronarse con las anotaciones de Vincent Janssen, Funes Mori, y los otros albicelestes Nicolás Sánchez y Leonel Vangioni. Los restantes argentinos en el plantel de "Rayados" fueron Maximiliano Meza y José Basanta.

La última vez que Monterrey se había alzado con el trofeo fue en el torneo Apertura 2010 ante Santos Laguna y además, Antonio Mohamed mantuvo su invicto en la Liga MX desde su regreso al banco de los "Rayados", con los que ya había ganado la Copa MX en 2017.

Para Mohamed resultó un festejo muy especial por el recuerdo de su hijo Farid, fallecido en 2006, que era fanático del club de Monterrey. El técnico no pudo la emoción y se largó a llorar luego del penal decisivo convertido por Vangioni. Las imágenes mostraron a Mohamed llorando aferrado al rosario en recuerdo a su hijo Farid, fallecido en 2006 en un accidente de tránsito durante el Mundial de Alemania, quien era fanático de Monterrey ya que nació durante el paso del ex delantero como jugador de ese equipo mexicano, entre 1998 y 2000.

El "Turco" le había prometido a su hijo que algún día iba a ser campeón con Monterrey y en su segundo ciclo como DT del club lo pudo cumplir. "Me voy como la persona más feliz del mundo porque me llevo la gloria en este Estadio Azteca", destacó el entrenador argentino. "Siempre será especial coronarse en este estadio, hoy lo disfruto mucho porque es algo que le debía a Monterrey y ahora no queda más que disfrutar con los muchachos".

"Esto se lo debía a la gente de Monterrey", insistió Mohamed rodeado de periodistas en el campo de juego del mítico estadio Azteca. El DT, de 49 años, cerró así un año inolvidable, que osciló entre una de sus mayores frustraciones a este presente increíble. A fines de 2018, Mohamed asumió por cuarta vez al frente de su querido Huracán en reemplazo de Gustavo Alfaro, quien le ganó la posibilidad de dirigir a Boca, pero apenas cuatro meses después se fue por los malos resultados.

"Otra vez en mi club me salió todo mal. Solo queda asumir el fracaso", confesó Mohamed en esa oportunidad tras finalizar un ciclo con apenas dos triunfos en 18 partidos. Pero luego de unos meses de descanso, en octubre recibió el llamado de Monterrey, que estaba afuera de la zona de clasificación al octogonal final.

Encarriló al equipo con tres triunfos y dos empates y se metió a la liguilla en la octava y última posición. En el camino al título dejó a Santos Laguna y Necaxa y al poderoso América en la final y en el medio viajó a Qatar para disputar el Mundial de Clubes, donde puso en aprietos al campeón de Europa, Liverpool, que le ganó 2-1 sobre el final del partido.

El "Turco" festejó un nuevo título de liga en México tras las conquistas con Tijuana (2012) y América (2014), pero éste será inolvidable por la promesa que le cumplió a su hijo.