El ascenso del general Eduardo Zapateiro como comandante del Ejército Nacional de Colombia por parte del presidente Iván Duque despertó una gran polémica en el país, ya que la familia del volante de River Juan Fernando Quintero lo acusa de ser el responsable de la desaparición del padre del futbolista, ocurrida en 1995. Tanto revuelo se generó que el propio jugador a través de las redes sociales pidió tener un diálogo con el militar para que le explique lo sucedido con su padre, Jaime Enrique Quintero Cano.
"No me interesa y no quiero aprovecharme de la noticia del nuevo general del ejército Zapateiro, a quien el Sr. presidente designó para ser el general del ejército de mi país (a quien respeto demasiado). Pero espero y aspiro a tener un diálogo muy pronto y saber qué pasó", escribió el talentoso futbolista, que tenía dos años cuando su padre desapareció mientras buscaba alistarse en el servicio militar en la IV Brigada de Medellín, donde Zapateiro se desempeñaba como capitán.
De acuerdo a lo denunciado por Carlos Quintero, tío del futbolista, Zapateiro es responsable de la desaparición de su hermano y se había comprometido a dialogar con él para explicarle lo sucedido, algo que nunca ocurrió. La versión que la institución brindó a la familia fue que por su mal comportamiento, Quintero Cano fue llevado en un ómnibus hasta la Brigada XVII ubicada en Carepa, donde fue interceptado por un grupo ilegal que actuaba en la zona. Sin embargo, desde esa fecha nunca nadie volvió a ver al padre del futbolista.
Silvia Quintero, hermana de Jaime y Carlos, desmintió la versión oficial. "Los soldados en ese tiempo dieron una información diferente. Decían que a él lo desaparecieron, que en la Brigada sabían qué pasó, pero ellos no podían decir nada", remarcó la tía del jugador que además de brillar en River es integrante de la Selección de Colombia.
El futbolista, que hizo muy pocas referencias públicas sobre el tema, se mostró más mesurado que sus familiares, ya que no acusó a nadie y se desligó de las denuncias de sus tíos. "Soy ajeno a las declaraciones de mis tíos, a quienes también respeto mucho, y se el dolor que sienten al saber qué mi padre lleva más de 24 años desaparecido y nos sabemos todavía que aconteció con él, dónde está o dónde se fue. Hemos sufrido mucho y el vacío de mi padre está", escribió el jugador.
"Tengo el derecho como hijo, a saber qué pasó con mi padre y eso es lo que quiero saber, porque he sufrido y he visto a mi familia sufrir problemas sociológicos y mentales La ausencia de mi papá siempre, está el vacío y lo siento a diario... Sólo quiero saber qué pasó", añadió el futbolista.
Para cerrar su mensaje sobre el tema, Quintero se esperanzó en que se pueda conocer lo que realmente sucedió con su padre, que fue visto con vida por última vez el 1 de marzo de 1995. "Todavía sigo esperando una respuesta, y sé que se va a saber la verdad", se ilusionó el mediocampista de River.
El caso de Jaime Quintero se reflotó en las últimas horas tras conocerse de la salida del general Nicacio Martínez del Ejército, que fue reemplazado por Zapateiro por decisión del presidente Iván Duque, lo que motivó la indignación de sus familiares.
Más allá de la reacción de la familia, el Ejército colombiano publicó un comunicado en el que respalda a Zapateiro y niega cualquier responsabilidad del militar en la desaparición del padre del futbolista. Para justificarlo citó la decisión de partes emitida por el Tribunal Administrativo de Antioquía sobre el caso el 30 de marzo de 2001, cuando desligó a todos los funcionarios por el hecho. "Las conclusiones de la procuraduría delegada para la defensa de los derechos humanos, las cuales comparte la sala en su totalidad, permiten afirmar que no existe prueba alguna de la responsabilidad de los servidores públicos ni por acción ni por omisión por la presunta desaparición del señor Jaime Enrique Quintero Cano".
A partir de ese fallo, el Ejército defendió el nombramiento del nuevo comandante del organismo. "No existe prueba de responsabilidad contra Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, hoy mayor general designado como comandante del Ejército, así como en contra de ningún integrante del Ejército Nacional".
Para lavar sus culpas, la institución reafirmó la teoría de que el padre del futbolista fue secuestrado por fuerzas ilegales que actuaban en la zona en aquellos años. "El Ejército Nacional lamenta profundamente el hecho victimizante sufrido por la familia Quintero Cano, el cual deja en evidencia el actuar de grupos ilegales en esa zona, y que condujo a la desaparición del señor Quintero", expresó el Ejército en su comunicado.