Los barrios de la Villa 31 y 31 Bis de Retiro sufren desde hace meses la falta de agua, una situación que impacta en la calidad de vida y que se agrava aún más con la llegada del calor. Más de cien familias de la manzana 100 bis del sector ferroviario no tienen agua desde julio pasado, mientras que otros sectores padecen cortes de suministros reiterados que pueden durar horas o días. Los vecinos nunca lo saben porque el gobierno porteño no les avisa, “ni siquiera cuando son cortes programados por obras, como ocurre en cualquier otro barrio”, afirmaron. Desde la Mesa Rotativa y Participativa de Urbanización de la 31 señalaron que el suministro de agua es responsabilidad del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, que tiene que desarrollar el tendido de la red de agua al interior de la villa.
El servicio de Aysa sólo llega hasta la entrada del predio, que es considerado como un único usuario. Quien será el director operativo de Aysa a partir del 2 de enero, Alberto Freire, explicó a Página/12 que los barrios populares están en terrenos en los que todavía no hay posibilidad de asignar catastro; por ello, la empresa llega con las cañerías hasta la entrada, con el mayor flujo posible. “Desde ahí es el Gobierno de la Ciudad, en el marco del proceso de urbanización, el que tiene que realizar el tendido”.
“Hace meses que estamos sin agua. Los vecinos tiraron mangueras desde otras manzanas para abastecernos. Pero esto genera peleas entre vecinos y situaciones muy violentas. Nos estamos matando por un poco de agua”, dijo a este diario María, vecina de la manzana 100 bis. Y remarcó que “presentamos varios reclamos a Diego Fernández (secretario de Integración Social y Urbana), cortamos la terminal de Retiro, y no tenemos una solución. Porque la solución no es que nos manden camiones cisterna con agua sino que nos habiliten las conexiones con Aysa y que haya presión”.
Sin embargo, este no es el único problema de agua que tienen en los barrios de la 31. Por un lado, se registraron varios cortes por obras que no fueron avisados a los vecinos. Por otro, la semana pasada se rompió un caño maestro que produjo un extenso corte de agua, y dos días después se rompió otro. En el edificio 7 de las viviendas construidas en el terreno de YPF, según explicó la comunera Sofía González, hay varias familias que no tienen agua, pese a que la edificación es nueva. “Aysa asistió cargando los tanques de agua, pero como está mal hecha la conexión no se vuelven a llenar”, detalló. Y agregó que en la manzana 7 del barrio Güemes el último lunes del año también se quedaron sin agua.
Para paliar la emergencia, el gobierno envía dos veces por semana unas mini cisternas de la empresa Ashira que abastecen a los vecinos. Y este fin de semana hubo un operativo con camiones cisterna de la empresa Aysa.
“Estuve en el barrio el fin de semana, y la gente la está pasando muy mal. Hasta las viviendas nuevas tienen problemas. Y hay mucha preocupación por la manzana 100 bis porque no tienen ninguna solución, pese a que llevan meses sin agua”, dijo González.
Héctor Guanco, integrante de la Mesa Rotativa y Participativa, detalló que se hicieron presentaciones judiciales por los cortes en agosto y en noviembre de este año, y se presentaron notas de reclamos al jefe de gobierno porteño. El referente barrial advirtió que “la situación es que no hay agua en la 31 y es el gobierno de Larreta el que la tiene que garantizar”.