Con la excusa de “fortalecer la democracia” interrumpida tras el golpe de Estado contra Evo Morales, la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez, anunció su intención de modificar el Régimen Electoral para imponer un debate obligatorio y público entre los candidatos a las elecciones presidenciales de ese país, que aún no tienen fecha.
La iniciativa de la mandataria sostenida por las Fuerzas Armadas golpistas de ese país llegará como proyecto de ley a la Asamblea Legislativa Plurinacional y es un intento más de cambiar las reglas de juego tras el derrocamiento del presidente constitucional refugiado en la Argentina desde hace 20 días.
El proyecto dispone la obligatoriedad del debate entre candidatos a la presidencia y vicepresidencia y la presentación de programas de gobierno “en el marco de la transparencia e igualdad de oportunidades previstas en los principios, valores y fines constitucionales”.
Además, establece que los debates deberán ser exclusivos y transmitidos de manera obligatoria y en directo por los medios de comunicación del Estado, que desde el inicio del golpe contra Evo Morales no transmitieron la crisis política ni la represión que ya provocó alrededor de 40 muertos.
Los canales privados, también denunciados por no mostrar la persecución desatada contra partidarios del MAS y campesinos del alto, solo tendrán la opción de retransmitir de manera simultánea el debate.
El anuncio fue hecho por Añez, quien sostuvo que envió el proyecto para “apoyar una vez más al fortalecimiento de la democracia”. Para ella, "el debate electoral no es un derecho de los candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia, sino una obligación de la democracia que se nutre de la libertad y la libertad, para ser responsable, requiere de información".
En medio de las persecusiones, censuras y detenciones arbitrarias, el contexto electoral apenas se insinúa en Bolivia. El MAS de Evo Morales resolverá su candidato este mes en un congreso. Hace dos días, Morales anunció desde el Hotel Bauen que la definición llegará el 19 de enero. “Vamos a ganar, en todas las encuestas estamos primeros”, aseguró confiado el depuesto presidente de Bolivia.
En tanto, ayer quedó sellada una alianza entre los cívicos golpistas Luis Fernando Camacho (presidente) y Marco Antonio Pumari (vice), denominada con conceptos grandilocuentes: “Por una Bolivia Unida, con Dignidad, Libertad y Democracia”. Se descuenta que el ex presidente Carlos Mesa y el empresario Samuel Doria Medina también buscarán presentarse a los comicios, que por ahora no tienen fecha.