El canal de noticias MTV, de Líbano, informó la manera en que se produjo la fuga del empresario Carlos Ghosn, que burló a la justicia japonesa y apareció en Beirut. Al parecer, el ex número uno de Renault-Nissan se escapó dentro de la caja de un contrabajo con la ayuda de comandos que se hicieron pasar por músicos.
Ghosn, de 65 años, estaba detenido desde noviembre de 2018 en Japón, acusado de corrupción y burló su arresto domiciliario. Apareció de manera sorpresiva en Líbano, país que no tiene tratado de extradición con Japón y generó la incógnita de cómo hizo para llegar allí. Su abogado japonés se mostró sorprendido y dijo tener en su poder los tres pasaportes del empresario: el de Brasil (su país de origen), el de Francia y el de Líbano, donde vivió en su juventud.
Según el canal libanés, Carole, la esposa de Ghosn, organizó la fuga con la ayuda de comandos paramilitares. Estos se habrían disfrazado de músicos e ingresado en la casa del empresario para un concierto por Navidad. Así, Ghosn dejó su arresto domiciliario dentro del estuche de un contrabajo, para lo cual lo ayudó su baja estatura. De Japón pasó a Turquía con nombre falso y de allí pasó a Líbano.
Ghosn cayó en desgracia en noviembre de 2018, acusado de malversación de fondos. “Actualmente estoy en Líbano. No soy más un rehén de un sistema judicial japonés parcial, donde prevalece la presunción de culpabilidad”, manifestó desde Beirut a través de un vocero. Afrontaba una posible condena a diez años de prisión. Aun ausente, la causa sigue su rumbo en Japón. Según se supo, el empresario se halla en una mansión de su propiedad y custodiado por militares libaneses.
¿Qué motivó la fuga? Al parecer, Ghosn decidió la evasión ante una nueva postergación del juicio, previsto ahora para abril. Además, no podía contactar a su esposa sino a través de Skype y con vigilancia de las autoridades japonesas. Carole Ghosn había dejado Japón en abril pasado, temerosa de ser arrestada. La Justicia nipona no permitió a Ghosn la posibilidad de pasar Navidad con su esposa y eso motorizó el escape.
Ghosn se convirtió en los últimos años en uno de los principales empresarios del mundo automotriz. Llegó a Renault a mediados de los años 90, cuando la firma francesa atravesaba una mala situación económica y la volvió a ubicar como una marca poderosa en el mercado. Al tiempo, llegó la alianza con Nissan y se revirtió la crisis de la empresa japonesa. Llegó a ser el Hombre del Año en la edición asiática de la revista Forbes y era una celebridad del mundo automotriz hasta su detención por supuesto fraude fiscal y evasión fiscal, acusado de no declarar ingresos. A eso se sumó la ofensiva interna para destituirlo de su cargo por malas prácticas, de acuerdo a una investigación interna.