Omar Perotti decidió cortar el endeudamiento de la provincia para pagar gastos corrientes, como son los salarios del sector público. Los compromisos los cumplirá con recursos genuinos, pero no con plata prestada a tasas usuarias del 60% como las que cobra el Banco de Santa Fe. “Es una decisión política. El gobernador resolvió terminar con esta deuda que puede ser una bola de nieve”, dijo ayer el vocero de la Casa Gris al confirmar que el cronograma de pagos a los trabajadores del Estado se extenderá dos semanas: comenzará hoy, viernes y se prolongará hasta el 15 de enero. Los primeros en cobrar serán los jubilados que perciben hasta 36.000 pesos que son más de la mitad (el 51%) y los últimos: el gobernador, sus ministros y todos los funcionarios del gabinete, que recién accederán el sueldo de este mes cuando haya cobrado el último empleado público.

La decisión de Perotti es otra denuncia política a su antecesor: 1) Miguel Lifschiz dejó la caja de la provincia vacía, sin recursos para afrontar el pago de una masa salarial del Estado, que supera los 15.000 millones. 2) Liquidó el único fondo de financiamiento (el FUCO) que al 30 de noviembre tenía 14.800 millones, pero el 10 de diciembre, cuando asumió Perotti, sólo le quedaban 118 millones (porque el resto: 14.700 millones ya lo había utilizado Lifschiz). 3) Y financió el pago de los sueldos públicos con giros al descubierto y plata prestada del Banco de Santa Fe a tasas del 70%. “En junio de 2019, Lifschitz pagó el aguinaldo una semana antes de las elecciones (que ganó Perotti), pero para eso tuvo que pagarle al Banco un costo financiero de 25 millones de pesos, en una situación más favorable a la que tenemos hoy”, dijo a Rosario 12 un ministro del gabinete. “Hoy, para hacer lo mismo, necesitaríamos, el triple de ese dinero y en el triple de tiempo. Más 15.000 millones. Es imposible”, agregó.

La herencia Lifschitz volvió a quedar en el centro de la escena. Perotti ratificó el cronograma extendido de pago de sueldos –hasta el 15 de enero- porque la provincia no tiene recursos para completarlo en tiempo y forma. “El gobierno entiende el malestar de los trabajadores y de los gremios, pero es lo posible”, dijo el vocero de la Casa Gris Leonardo Ricciardino. “La decisión política del gobernador es cortar el endeudamiento para pagar gastos corrientes. Una cosa es tomar un crédito a tasas razonables para una obra pública y otra, muy distinta, es endeudarse a tasas usurarias para pagar sueldos. El gobernador decidió cortar con esto que no es sustentable en el tiempo”. Puede convertirse en una bola de nieve.

“Al gobierno le hubiera gustado pagar en tiempo y forma”, siguió Ricciardino. “¿A qué gobierno le gusta empezar su primer mes de gestión con un pago de sueldos en forma escalonada hasta el 15 de enero? A ninguno. Pero se hizo para pagar con recursos propios y no con plata prestada a tasas de usura. Esperamos que este sea el primero y  último mes que ocurra esto. Y que a partir de febrero, ya con la reforma tributaria” y el aumento de recaudación impositiva, “se pueda afrontar el pago” en tiempo y forma.

"El objetivo es recomponer las finanzas de la provincia, que es lo que mismo se está haciendo a nivel nacional. Por eso se planteó una emergencia". 

El “problema grave” es que Lifschitz “dejó la caja vacía”, insistió el vocero. “El gobernador Perotti vio lo que había en la caja y decidió no pedir plata prestada al Banco y afrontar el pago con recursos propios”, por eso se extendió el calendario.

“La crisis no es de ahora”, explicó. “Desde hace varios meses, Lifschitz decidió pagar los sueldos del sector público con descubiertos bancarios. Todo el mundo queda contento, pero eso lo paga alguien. Son millones y millones de pesos que no van a los comedores escolares y a la copa de leche”, dijo Ricciardino, por citar algunos ejemplos.

El costo financiero de los anticipos bancarios es “altísimo”, insistió la fuente. El ministro de Economía Walter Agosto reveló que Lifschitz pagó tasas de hasta el 70%. Las actuales rondan el 60%. “La decisión política del gobernador Perotti es cortar el endeudamiento y afrontar los pagos con recursos propios. La oposición mandó al archivo la emergencia, entonces todo será más lento. Esperemos que la reforma tributaria” aumente los ingresos.

Cuando se le preguntó si había una estimación del costo financiero que pagó Lifschitz en los últimos meses, respondió: “Los números están: 25 millones un mes (para el pago del aguinaldo, una semana antes de las elecciones del 16 de junio de 2019, que ganó Perotti) y 30 millones otro mes. Son intereses altísimos. El objetivo es recomponer las finanzas de la provincia, que es lo que mismo se está haciendo a nivel nacional. Por eso se planteó una emergencia y cortó el endeudamiento. Se terminó con todo eso”.

Ricciardino dijo que las primeras dos fechas de pago cobrarán más de la mitad de los jubilados y de los trabajadores públicos: hoy, los pasivos que perciben hasta 36.000 pesos (que son el 51%) y el lunes, los activos que cobran hasta 24.000 pesos (que son el 52%. Los últimos en cobrar serán Perotti, los ministros y los funcionarios del gabinete. Otra medida será extender el plazo de vencimiento de los servicios públicos.