El juez federal Sebastián Ramos elevó a juicio oral la causa por el delito de falso testimonio del ingeniero David Cohen, quien podría ser condenado a una pena de hasta diez años de prisión. Cohen es el autor del peritaje con datos falsos y plagiados sobre el que se basó la acusación y la detención del ex ministro Julio De Vido y su ex subordinado Roberto Baratta por el supuesto pago de sobreprecios para importar Gas Natural Licuado (GNL).
El detalle de los contactos telefónicos del imputado al momento de elaborar el informe trucho, del que podrían surgir sus verdaderos gestores, fue remitido por Ramos a su par de Dolores, Alejo Ramos Padilla, quien investiga el entramado de servicios de inteligencia, magistrados y operadores de prensa abocados a gestionar causas para incriminar a ex funcionarios kirchneristas.
Cohen había sido citado como perito en la causa instruida por el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli con la misión de determinar el valor de los costos que había pagado el Estado entre 2008 y 2015 para importar GNL en buques que traían ese fluido a los puertos de Bahía Blanca y Escobar. En su informe, que presentó al juez el 8 de agosto de 2017, insertó declaraciones y datos falsos y en algunos casos plagiados. Usó como propio un trabajo de estudiantes de la Universidad Católica de Chile, calculó los precios del GNL en base a un indicador (Henry Hub) incomparable con el precio de mercado, omitió calcular la ganancia de la exportadora de GNL a la cual debía pagarse y llegó a citar como fundamento de su pericia a un organismo que denominó “Comisión Europa de Energía” que directamente no existe.
Ramos procesó a Cohen el 8 de marzo último y le dictó un embargo por un millón de pesos. Veinte días después los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia confirmaron el procesamiento por falso testimonio.
La causa contra Cohen se inició por una denuncia de Walter Fagyas, ex presidente de Enarsa, imputado por el supuesto pago de sobreprecios, quien advirtió que el perito había aportado datos falsos y para peor plagiados. La investigación estuvo a cargo de la fiscal federal Paloma Ochoa.
El ingeniero llegó a reunirse con el resto de los peritos con quienes debía realizar el informe pero llamativamente se adelantó y presentó sus conclusiones en soledad, alegando supuestas “maniobras dilatorias” de sus colegas. La temprana advertencia de los defensores de los imputados no le impidió a Stornelli & Bonadio avanzar, en base al peritaje cuestionado, con las detenciones de los ex funcionarios: Baratta fue apresado tres días antes de las elecciones de 2017 y De Vido, previo desafuero en Diputados, una semana más tarde. Cuando quedó claro que el peritaje era trucho, la Cámara Federal ordenó las excarcelaciones y las faltas de mérito.
Más allá de lo pueda surgir durante el juicio a Cohen, el juez Ramos le envió a Ramos Padilla el detalle de los llamados del ingeniero en el período previo, contemporáneo y posterior a la presentación del informe, elaborado por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejo y Crimen Organizado (Dajudeco). Según un primer análisis presentado por la defensa de Baratta, “Cohen no fue sólo un perito técnicamente inepto y mentiroso”, sino que tendría “vínculos con el poder político, judicial y sobre todo con personas dedicadas al seguimiento, espionaje y tareas de inteligencia”.