Carlos Ghosn, el ex presidente de Renault-Nissan, calificó de “falsas y mentirosas” las informaciones periodísticas que afirmaron que fue su esposa, Carole, la que hizo posible su escape de Tokio en el interior del estuche de un contrabajo. En una carta difundida por sus abogados, Ghosn sostuvo que “las alegaciones” en los medios de prensa que señalan a su mujer y a miembros de su familia son inexactas porque “yo solo organicé mi marcha”, de la ciudad en la que estaba cumpliendo una pena de prisión domiciliaria. Por otra parte, la cadena japonesa de televisión NHK informó que Ghosn contaba con dos pasaportes franceses, uno de los cuales fue usado para entrar legalmente al Líbano, donde ahora se encuentra.
"Las alegaciones en los medios de que mi esposa Carole y otros miembros de mi familia desempeñaron un papel en mi salida de Japón son falsas y mentirosas” y “mi familia no jugó ningún rol", son las frases que Ghosn utilizó para deslindar todo tipo de responsabilidad a su entorno familiar. De todos modos, sus manifestaciones están lejos, todavía, de echar luz sobre los detalles de su increíble fuga. Sin dejarse llevar por el costado romántico del escape musical, Interpol emitió una orden de arresto internacional, informó el ministro libanés de Justicia, Albert Sarhan. La "notificación roja" de la fuerza de seguridad internacional solicita a las autoridades libanesas arrestar de forma preventiva al fugitivo de la justicia japonesa, mientras se realizan los trámites para la extradición, entrega o la decisión que adopten finalmente los jueces de ambas naciones.
Ghosn, de 65 años, estaba en libertad bajo fianza en Tokio a la espera de un juicio que podría representar para él una larga condena a prisión por los delitos que se le imputan. La televisión pública de Japón hizo saber que Gosn contaba con dos pasaportes franceses, uno de los cuales todavía seguía en su poder, de manera que entró legalmente al Líbano.
El ex directivo llegó a Beirut el lunes por la noche en un avión privado, tras haber hecho escala en Turquía, donde se abrió una investigación en cuyo marco se produjo este jueves la detención de siete personas, bajo la sospecha de que pudieron haber facilitado la huida. Mientras tanto, la Seguridad General libanesa dijo que el acusado entró "legalmente" al país árabe, del que tiene la nacionalidad, además de la brasileña y la francesa. El ministro de Justicia del Líbano, Albert Sarhan, confirmó que la Fiscalía local recibió el pedido de Interpol. En declaraciones a la prensa, Sharan dijo que la Fiscalía General tomará "las medidas necesarias", entre las cuales está investigar a Ghosn y estudiarán "las consecuencias legales de estas investigaciones".
El funcionario indicó que el Líbano y Japón no tienen un acuerdo de extradición y, por ello, va a ser aplicada la ley libanesa; y en el caso de recibir una petición de extradición de las autoridades niponas, el Gobierno libanés estudiaría esta posibilidad en base a las relaciones bilaterales. El martes, luego de señalar que el ingreso de Ghosn al Líbano fue “legal”, las autoridades aclararon que por eso no era necesario tomar “ninguna medida o acción respecto a él o que sea perseguido".