Al cumplirse 187 años de la ocupación ilegítima de las Islas Malvinas por parte del Reino Unido, el gobierno nacional reafirmó los derechos y la “legítima e imprescriptible soberanía” argentina sobre ese territorio e instó a Londres a "reanudar el proceso negociador bilateral" requerido por Naciones Unidas. El reclamo de soberanía “vuelve a ser prioridad para la política exterior” argentina, señaló el canciller Felipe Solá.
A través de una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, la administración de Alberto Fernández llamó a Gran Bretaña a "hallar una solución pacífica y definitiva a la disputa" y cumplir la normativa internacional a la que ese país fue renuente durante todos estos años.
"El Gobierno y el pueblo argentino reiteran su permanente y sincera disposición a reanudar el proceso negociador bilateral con el Reino Unido, tal como lo reclama la comunidad internacional", indica.
La usurpación del archipiélago ocurrió el 3 de enero de 1833, cuando fuerzas británicas expulsaron a la población y autoridades argentinas establecidas en las islas. "La República Argentina protestó inmediatamente ese acto de fuerza ilegítimo y nunca lo consintió”, señala el comunicado oficial, que hizo un repaso de la política de reclamos permanentes por parte de la Casa Rosada.
Más temprano, el canciller Felipe Solá publicó sendos tuits en los que envió un claro mensaje a la comunidad internacional: “En el siglo XXI no ha más lugar para el colonialismo”. En este sentido, enfatizó que el reclamo por las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes “vuelven a ser una prioridad para la política argentina”.
Además, para confirmar el giro de la política exterior sobre la cuestión Malvinas, cuestionó la marcha atrás que hubo en esa materia durante el gobierno anterior, a cargo de Mauricio Macri. Fueron “cuatro años de concesiones diplomáticas que significaron un retroceso claro en nuestro histórico reclamo de soberanía”, dijo Solá.
El texto de de la Cancillería recuerda que el país "ha rechazado ininterrumpidamente las actividades unilaterales de exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables en espacios marítimos argentinos” por parte de Inglaterra, como así también “la continuada presencia militar británica en el Atlántico Sur”. Esos hechos “violan Resoluciones de Naciones Unidas", denunció.
La declaración remarca que la recuperación de la soberanía sobre el archipiélago "constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino" y aclaró que se continuará con los reclamos "conforme el derecho internacional y respetando el modo de vida de sus habitantes".
En este sentido, manifiesta la “predisposición” de la Argentina “a retomar las negociaciones con el Reino Unido con el mismo espíritu constructivo que animó a ambos países por casi dos décadas”.