El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se reunió esta mañana con los ministros de Trabajo, Claudio Moroni, y de Economía, Martín Guzmán, para ultimar los detalles del decreto por el cual se dispondrá un aumento obligatorio para los trabajadores privados y públicos. La intención del Gobierno es apurar la definición de la letra chica de la norma para hacer el anuncio esta tarde.
El tema lo lleva adelante Moroni desde la cartera laboral en contacto con Guzmán. Cafiero los convocó a ambos para coordinar los últimos aspectos de la medida con la cual el Gobierno apuesta a fomentar el consumo y la actividad. Tras la definición de la letra chica, el aval del presidente Alberto Fernández sería el último paso antes del anuncio.
El aumento será a cuenta de las paritarias 2020. Los empresarios privados tendrán la obligación de otorgarlo y también lo recibirán los trabajadores del sector público.
La idea es que cada empleado reciba como mínimo 4000 pesos en dos cuotas. El primer pago será con el sueldo de enero, que se cobra en febrero. Como el incremento sería a cuenta de futuros desembolsos, quienes ya hayan acordado, no estarían incluidos en la medida.
Uno de los puntos que restaba definir es si el aumento tendrá carácter remunerativo desde el momento en que comience a pagarse. Así lo pidieron los gremios, pero podría terminar de incorporarse al sueldo una vez que se cierren las paritarias. Otro punto en discusión era el enganche del adelanto con horas extras y otros ítems que exceden al salario de convenio.
Fernández apelará al artículo 54 de la Ley de solidaridad y reactivación productiva, que lo faculta a disponer que las empresas del sector privado “abonen a sus trabajadores incrementos salariales mínimos”. Ese artículo establece también que esos pagos pueden estar eximidos temporalmente de la “obligación del pago de aportes y contribuciones previsionales”.
Moroni, junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, acordaron días atrás con representantes de la CGT y la UIA las líneas generales del aumento por decreto y acercar posturas políticas. La iniciativa va en la misma línea que los bonos que el Gobierno lanzó para jubilados y titulares de Asignación Universal por Hijo también con la idea de recomponer el consumo.
Durante la gestión de Mauricio Macri, el poder adquisitivo del salario del sector privado cayó en promedio del 20 por ciento. Según el Indec, en octubre la suba interanual de salarios es del 41,5 por ciento, frente a una inflación del 50,5 por ciento en el mismo período.
La caída del salario impactó de lleno en el consumo. En noviembre pasado la Came midió una baja del 7,1 por ciento en las ventas minoristas con respecto al mismo mes de 2018. En tanto el Indec registró una merma del 1,3 en octubre y una caída en diez meses del 10,8 por ciento.