Las cuatro travesías épicas que, desafiando el peligro de los mares del mundo, protagonizó Vito Dumas, lo terminaron convirtiendo en un héroe del deporte nacional durante las décadas del ‘30, ‘40 y ‘50 del siglo XX. Una de ellas consistió nada menos que en dar la vuelta al mundo en solitario doblando el temible Cabo de Hornos, una hazaña que ningún otro navegante pudo realizar hasta ese entonces. La realizó en 1942; es decir, en plena Segunda Guerra Mundial. Otros hitos destacables fueron el doble cruce del Atlántico y la unión de los puertos de Buenos Aires y Nueva York. Juan Domingo Perón elogió sus hazañas y le ofreció ser partícipe de un proyecto náutico que no prosperó. Sin ser peronista, Dumas quedó ligado a ese movimiento, y fue víctima de calumnias y discriminación por provenir de un hogar humilde y ser un deportista diferente dentro de la náutica argentina. Murió en 1965 y fuera del mundo náutico su figura es hoy desconocida por las nuevas generaciones. Su vida es narrada en El navegante solitario, documental de Rodolfo Petriz, que se estrenará el jueves 9 de enero en el Cine Gaumont.
Se trata de un documental que incluye animaciones y escenas ficcionalizadas que permiten al espectador aproximarse a un mito fascinante. El director indaga en su historia, las cuatro travesías, las vinculaciones políticas y las raíces de por qué Vito Dumas fue tan amado como odiado. Con testimonios de personas que lo conocieron, historiadores, y un destacado material de archivo aportado por la familia Dumas, el film navega en los misterios de este hombre solitario.
“La idea de la película nació hace bastantes años. Fui admirador de Vito Dumas más que nada en su faceta deportiva. Este navegante legendario hizo cosas que eran impensables en su época. Tuvo viajes en los que se fue superando a sí mismo. Y uno de ellos, la vuelta al mundo, quedó como un mito de la náutica a nivel mundial. Más allá de toda esa faceta deportiva, me pareció un personaje fascinante. Después me interesó mucho más cuando me enteré de todo el trasfondo sociopolítico que había atrás de la figura de Dumas”, cuenta Petriz en diálogo con PáginaI12. El director es también profesor de Filosofía (UBA) y Magister en Periodismo Documental (UNTREF). Tiene una larga experiencia como divulgador científico en diversos medios, entre ellos la revista Newsweek, y los diarios PaginaI12 y Perfil.
-¿Cómo fue el trabajo de investigación previo?
-Yo conocía mucho los libros que había escrito. Fueron cuatro en total. Yo había leído tres de ellos que estaban en español. Eso dio el puntapié a la investigación. A partir de eso, conseguí la única biografía de Vito Dumas que existe. Se llama Testimonio de la leyenda y aborda la figura de Dumas desde diferentes facetas: la navegación, el semblante humano de él y su trayectoria vital. Después, me contacté con el nieto de Vito Dumas, que me dio todo un material de archivo muy importante.
-¿Por qué decidiste utilizar recursos como la ficcionalización y la animación?
-La ficcionalización fue porque quería tener a Vito Dumas como personaje. Sus libros estaban muy bien escritos. Tenía una prosa muy interesante, más allá de que habría tenido un editor. Pero en la investigación vi los originales de él, antes que de que pasaran por la mano del editor, y la verdad es que están muy bien escritos, tienen una forma de narrar muy interesante. Entonces, me parecía que la voz de Vito Dumas tenía que estar y el recurso fue convocar a un actor que encarnara el personaje de Vito Dumas. Lo de la animación se me ocurrió porque había algunos momentos de navegación en los que no había forma de hacerlo real. Además de darle visualmente un atractivo importante, la animación me suplantaba la imposibilidad de filmar en el agua.
-¿Esas cuatro travesías que indagás en el documental fueron las únicas o las más importantes?
-Fueron las más importantes. Tuvo muchas travesías o viajes más cercanos como los de Mar del Plata, Punta del Este, Río de Janeiro, pero los cuatro grandes viajes fueron los que menciono.
-¿El recorrido de la vuelta al mundo fue una hazaña aun mayor porque lo hizo en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial?
-Fue un componente importante el de la Segunda Guerra Mundial porque se sometió a que fuese considerado un espía. Una nave en el Atlántico, ¿de quién podía ser? De los aliados o de los alemanes. Él podía ser tomado como una suerte de espía. Y por eso decidió no llevar radio. Estaba incomunicado en el agua. No llevó radio para que no lo considerasen un posible espía. Si él no tenía nada con qué transmitir la información, era evidente que no podía ser un espía.
-En la Argentina, a los héroes suelen subirlos a un pedestal y después se los “apedrea”, prácticamente. ¿A Dumas le sucedió algo de esto?
-Creo que sí. En tanto héroe, tuvo dimensiones maradonianas. Fue muy famoso y muy popular después de su viaje en la década del ‘30, cuando vino navegando de Francia en solitario. Y también fue muy popular después de 1943 cuando hizo la famosa vuelta al mundo por esa ruta imposible de navegar. Después de eso sufrió el menosprecio y el escarnio de determinado sector de la náutica. Fue muy amado y odiado.
-¿Cómo llegó a vincularse con el peronismo?
-Se vinculó porque Perón le dio mucha importancia al deporte y decidió apoyar a deportistas argentinos famosos. Vito Dumas era uno de ellos en los años '46, '47 y '48. Y Perón le ofreció dirigir la Escuela Náutica Deportiva, que se estaba creando para que gente de pocos recursos pudiese navegar, algo que en ese momento estaba más dirigido a la élite. Vito Dumas aceptó el desafío, y fundó y dirigió la escuela. Esa fue la relación con el peronismo.
-¿Esa relación acrecentó el odio a su figura?
-Uno puede pensar que después del golpe de 1955 se acrecentó un poco el odio o el rechazo del sector del mundo náutico más antiperonista. Vito Dumas fue también nombrado por Perón como Teniente de Navío en título honorífico. Y el sector que le hizo el golpe de Estado a Perón fue la Marina, así que por ahí también había una suerte de resquemor de cierto sector de la Marina. No todo, pero fue un sector de la Marina que después del ’55 a Vito Dumas lo menospreció mucho y lo denigró bastante.
-¿Por qué crees que su figura no es conocida masivamente en la actualidad?
-Un poco por estos resquemores, esta suerte de sanción social que vino de cierto sector de la náutica. También había un rumor que señalaba que si lo mencionabas era mufa. Se decía que si mencionabas su nombre te iba a traer mala suerte navegando. Esto es algo que a Vito Dumas se lo achacaron desde su primer viaje en la década del ‘30. Pero todo tenía que ver con la envidia del sector náutico. Así que fueron varios componentes.