Tiene 74 años y lleva 42 ininterrumpidos en la conducción de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) que encabeza Sergio Marchi. Dice de sí mismo que es "el más senior" de todos sus compañeros de directiva. Conocedor como pocos del estatuto, el convenio colectivo y la obra social de los jugadores, ese mundo invisibilizado por los grandes contratos y los millones que suelen pagársele a un puñado de profesionales, Carlos Pandolfi hace un balance del año que se fue, pero con las perspectivas del que acaba de iniciarse. El ex delantero de Nueva Chicago, San Telmo, Chacarita, Estudiantes de La Plata e Independiente Santa Fe de Colombia (donde marcó 41 goles en 118 partidos) entre otros clubes, es un sindicalista que se formó en una época convulsionada. Participó en las grandes luchas gremiales de los ’70 que incluyeron más de una huelga de jugadores, se acercó a FAA en 1972 y si no fuera porque lo vendieron al equipo cardenal de Bogotá en 1975, su trayectoria como dirigente hubiera sido más larga.

"Terminamos bien el año" es lo primero que explica y enseguida detalla: "se consiguieron muchas cosas que fueron en beneficio de los futbolistas. Con el tema de la educación hemos impactado en casi 7 mil pibes y tuvimos que entregarles los diplomas el 4 de diciembre en el teatro de Luz y Fuerza por segundo año consecutivo porque la cantidad de gente desbordaba el tamaño de la Fundación El Futbolista". Esta institución se creó en 1991 y hace diez años, cuando la dirigía Juan Carlos Touriño (ex lateral de Quilmes y Real Madrid) estudiaban gracias a ella unos 700 futbolistas. Hoy ese número se multiplicó por diez.

A Pandolfi se lo percibe orgulloso de la obra que realiza Agremiados con sus afiliados y afiliadas. A los varones futbolistas ahora se suman las mujeres que juegan en forma profesional. "Se van afiliando al sindicato porque el convenio colectivo las alcanza también a ellas como corresponde" cuenta. 2019 marcó un antes y un después con la profesionalización del fútbol femenino en la Argentina. El sindicato informó que para crear un torneo de ese tipo se dispuso la aplicación del Convenio Colectivo 557/09, que no existe en países como Brasil, Rusia, Croacia, México, Polonia y Grecia, entre otros, donde no hay una legislación laboral semejante.

Pero además la salida laboral posterior al retiro sigue instalada como preocupación entre los sindicalistas. El actual administrador de la Obra Social informa que se firmó un convenio con la Universidad Católica para que los jugadores hagan un curso de management en fútbol a partir de este año. La AFA y la Superliga se sumaron a la iniciativa y Pandolfi dice que es para paliar "el problema que el futbolista padece cuando termina su carrera y no sabe cómo insertarse en algún trabajo remunerado".

Agremiados mantiene este tipo de acuerdos con diferentes universidades desde hace años. El dirigente sindical señala que entre los jugadores hay mucha demanda para estudiar las carreras de educación física y kinesiología. Por eso se les otorgan becas para cursar en la UAI, el Círculo de Periodistas Deportivos o se organizan jornadas educativas como una que llamaron Libros y botines, un equipo con futuro, que se realizó por primera vez el 7 de octubre de 2009 en la Facultad de Psicología de la UBA. Desde entonces se repite todos los años.

Otra salida importante para los futbolistas que dejan la actividad es "el Fondo Final de Carrera, un programa lanzado para que quienes se retiran reciban por única vez una suma de dinero que los ayude en el momento de abandonar la vida profesional" señala el dirigente. La iniciativa se presentó junto a la AFA en julio del 2019.

Pandolfi cuenta que por su participación en la fundación El Futbolista está procesado junto a otros integrantes de Agremiados como Sergio Marchi y Norberto Monteleone. "Lo hicieron por una cuestión política y caímos en la volteada del Fútbol para Todos. La causa está pasada a juicio oral y en los últimos meses no tuvo más trámites. En un programa de TV el ex juez federal Alberto Piotti dijo que la fundación era de cartón, que no existía, cuando la creamos hace 28 años y él trabajó de manera rentada dentro de la AFA por un contrato millonario".

El sindicalista que empezó a participar en la conducción de Agremiados en 1972 –pero de manera ininterrumpida en 1978– también suele viajar al exterior cuando lo convocan desde la Federación Internacional de Futbolistas (FIFPro). En 2019 estuvo en Sidney, Australia, durante la asamblea anual de la organización que reúne a todos los gremios de jugadores profesionales del mundo. Uno de los temas que se trató fue la creación de un Consejo de jugadores notables a los cuales se consultaría para mejorar las condiciones laborales de los profesionales. También dijo que "preocupan las lesiones provocadas por cabezazos en el fútbol y se discutió cómo prevenirlos y evitar que haya tantos jugadores con conmoción cerebral".

En 1995 el fútbol cambió a partir del caso Bosman. Un ignoto jugador belga le demandó la libertad de contratación a su club, el RFC Lieja, sin tener que indemnizarlo. Por entonces hubo una revolución que benefició la movilidad laboral de los futbolistas. Aunque el propio Jean Marc Bosman cuestionó algunas consecuencias de la ley veinte años después. Dijo que "el futbol se convirtió en un negocio, los jugadores ganan cifras astronómicas y ya no se respetan los contratos" en una entrevista que le concedió a la revista alemana Kicker.

Pandolfi tiene su propia mirada sobre aquel caso que sentó jurisprudencia en el fútbol mundial: "La situación mejoró sustancialmente porque un futbolista hoy, seis meses antes de que venza su contrato, tiene la posibilidad de iniciar conversaciones con otro club. Eso está permitido y oficializado, y, además, ante alguna circunstancia injusta un jugador puede solicitar la libertad de acción si no le respetan el contrato".

[email protected]