Un ex carapintada indultado en el menemismo, José Luis D'Angelo Rodríguez, declaró esta semana ante el Tribunal Oral de Santa Fe que juzga a su "amigo virtual": el ex agente de Inteligencia Eduardo Ramos, por la desaparición de Emilio Feresín, en 1977, en el centro clandestino La Casita. Y su testimonio derivó en alborotos en la sala, uno cuando Ramos reprochó en voz alta que "no había igualdad de armas" entre las partes ‑y se tuvo que ir de la audiencia‑; el otro, cuando su hija desbordada en llanto le advirtió a los jueces que se cuidaran porque "las cosas están cambiando" y, al final, ya en un cuarto intermedio, cuando el grupo de apoyo de los represores se cruzó con familiares de desaparecidos, entre insultos. La abogada querellante Nadia Schujman pidió a la presidenta del Tribunal, Beatriz Caballero de Barabani y a sus colegas Omar Digerónimo y Ricardo Vázquez, que enviaran el video de la bulla al fiscal de turno para investigar a la hija de Ramos, pero los magistrados dijeron que no habían escuchado la supuesta amenaza. Así que el asunto no iría más allá de prohibir la entrada de gritones en las próximas audiencias.
D'Angelo Rodríguez fue citado como testigo, pero se limitó a hablar de su libro ("Mentirás tus muertos") que pone en duda la cantidad de desaparecidos por el terrorismo de estado. Como el relato se extendía, el fiscal Martín Suárez Faisal le pidió que se limitara a los hechos que se ventilan en el juicio. La presidenta del Tribunal le preguntó si tenía algo concreto para decir sobre algunas de las víctimas.
‑-No, porque soy testigo de concepto -contestó el militar.
-‑¿De quién?
-‑Del señor Ramos?
-‑Entonces, tiene que aportar sobre Ramos -le planteó Barabani. A partir de allí, el imputado intentó meterse en el debate varias veces, la jueza le llamó la atención y le pidió que lo hiciera a través de su abogado. Hasta que Ramos se quejó por una supuesta restricción a su derecho de defensa. "¡No hay igualdad de armas!", se exaltó. Y como seguía la queja en voz alta se tuvo que ir de la sala.
El amigo continuó con su libreto. Barabani le aclaró que era "testigo de concepto de Ramos" y debía limitarse a eso. "No hemos venido acá a escuchar a un historiador de los '70", se molestó la jueza.
A esa altura, el clima ya estaba caldeado en el grupo de apoyo a los represores. El problema es que la sala tiene 22 asientos: once se destinan a los seguidores de Ramos y los otros once a familiares de desaparecidos, pero como hay una sola puerta, unos tienen que pasar entre las piernas de los otros.
"En esta causa no se debate el número de desaparecidos, acá se discute la desaparición de Feresín, el caso de otras víctimas que han sufrido torturas y la responsabilidad de los imputados", volvió a plantear la presidenta del Tribunal. "No nos vamos a extender en una discusión estéril que no es objeto del juicio".
-‑Yo vine como testigo de concepto para hablar del contexto -insistió D'Angelo.
‑-Ese concepto es erróneo y equivocado. Le pido que declare sobre lo que sabe sobre los hechos de esta causa y la personalidad de Ramos. Es una decisión de la presidencia -le advirtió Barabani. El defensor oficial Fernando Sánchez no recurrió la decisión.
Schujman preguntó si el testigo sabía quién había matado a Feresín.
-‑No -contestó D'Angelo.
-‑¿Feresín está entre los desaparecidos que no están en la lista?
-‑No.
En el arranque, D'Angelo dijo que era amigo de Ramos. "¿Desde cuando se conocen?", le preguntó el fiscal Suárez Faisal.
-‑Desde hace seis años. Es un conocimiento virtual, por internet.
-‑¿Lo conoció personalmente?
-‑Le acabo decir que es un conocimiento virtual.
‑-¿Cuándo lo vio por primera vez?
‑-Hoy. Antes, conversamos por teléfono, intercambiamos correos, he leído su libro.
-‑¿Y es amigo?
‑-Lo considero amigo
-‑¿Y lo vio hoy por primera vez?
‑-Sí.
--¿Y en ese conocimiento virtual de Ramos, ¿qué concepto tiene de él?
-‑Es buena persona.
-‑¿Sabe si estuvo preso durante la dictadura?
-‑Lo desconozco.
-‑¿Conoce los hechos por los que está detenido?
-‑Muy por arriba -cerró D'Angelo.