La Liga norteamericana de hockey sobre hielo (NHL) vivió este fin de semana una situación insólita y muy curiosa, cuando un jugador anotó un gol de cabeza, maniobra que el reglamento no permite, por lo que el tanto fue anulado. Sin embargo, el árbitro debió aclarar la jugada frente al público, ya que incluso muchos jugadores y el propio autor no sabían que la acción no era válida.
La jugada en cuestión ocurrió a falta de 1:09 minutos para el cierre del juego en el duelo que Tampa Bay Ligthning le ganó 5-3 a Ottawa Senators. Los visitantes ganaban 4-3, por lo que los Senators buscaban el empate de manera desesperada para forzar la prórroga. En ese momento, Colin White sacó un disparo que el arquero de Tampa Curtis McElhinney desvió con lo justo. Lo raro es que el puck se elevó muchísimo y varios jugadores, entre ellos el portero visitante, lo perdieron de vista.
White, en cambio, vio la trayectoria del disco en todo momento, se adelantó a un defensor y aplicó un frentazo perfecto para anotar el gol y celebrarlo con un abrazo con su compañero Tyler Ennis. De inmediato, uno de los árbitros salió desde el fondo de la cancha para anular la jugada, mientras el público ya celebraba la conquista, que significaba un empate agónico para forzar el suplementario.
Fue el propio juez el que primero le explicó a White que el gol no valía porque sólo se puede impactar el disco con el stick y luego lo hizo por altavoz al resto del estadio. En una de las imágenes se puede ver que White le aclara a uno de sus compañeros que no sabía que el cabezazo no era válido.
Los relatores del partido también quedaron sorprendidos por la acción, por lo que no pudieron contener las carcajadas, al tiempo que se disculpaban con los televidentes diciendo que nunca habían visto una jugada similar.
La propia cuenta oficial de los Senators se tomó a broma lo sucedido y publicó una encuesta irónica en la que las opciones eran: a) si pensabas que el gol debería haber valido. b) si eras policía. El 89 por ciento de los casi 4500 votantes optó por la primera propuesta.
Tras la reanudación del juego, Tampa aprovechó la desesperación de Ottawa para convertir un nuevo gol y sellar el triunfo por 5-3. Pero toda la atención de la había llevado el no-gol de cabeza de White.