El canciller Felipe Solá se reunió ayer con el peruano Hugo De Zela, futuro adversario de Luis Almagro en la OEA. Lo hizo antes de viajar a México, donde participará de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y se reunirá con el presidente Andrés Manuel López Obrador. El objetivo es revivir ese organismo y acordar posiciones frente a las elecciones en la OEA, en donde Almagro busca su reelección. A fin de mes viaja a Brasil.

Además de Zela, la otra candidata es la ecuatoriana María Fernanda Espinoza, ex canciller de su país. Almagro anunció en diciembre su intención a postularse a un segundo periodo quinquenal, pese que se había comprometido a no buscar la reelección cuando obtuvo el cargo, en 2015. Tuvo un papel determinante en el golpe de Estado en Bolivia, tras difundir el recordado informe. Además, posteriormente marcó una dura posición a favor del golpe, sosteniendo que fue el presidente depuesto quien quebró el orden constitucional.

Sola viajó a participar de la toma de posesión de AMLO en la Celac, en un elocuente acto de apoyo del país en su nueva función. Entre la comitiva que acompaña a Solá está el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada -quien será embajador en el país azteca una vez que el Senado vote su designación y que ya tiene el placet del gobierno mexicano-, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales Jorge Neme y el jefe de gabinete de Cancillería, Guillermo Chávez Justo.

El objetivo de la Celac sería funcionar como espacio de coordinación que reemplace a la Unasur y a la Organización de Estados Americanos. Mientras que la Celac sólo reúne a países de América Latina, la OEA también incluye a Estados Unidos y Canadá. Además, la Celac pretende volver a tomar protagonismo luego de que el Grupo de Lima se lo quitara.