Ayer varias localidades pudieron disfrutar de un atardecer con un cielo más anaranjado de lo habitual. La imagen, que llamó la atención de varios espectadores, fue compartida en redes sociales y en seguida el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó de qué se trataba el fenómeno. Según explicaron desde el organismo, el tono más rojizo que adoptó el cielo y el sol fue consecuencia de la llegada del humo de los incendios de Australia .
“El humo de los incendios de Australia llegó nuevamente a Argentina. Es transportado por los sistemas frontales que se desplazan de oeste hacia el este. ¿Qué consecuencia puede tener? Ninguna muy relevante, solo un atardecer y un Sol un poco más rojizo”, explicó el SMN, que luego dio más detalles del fenómeno.
Desde el organismo informaron que el humo ingresó a la Argentina desde Chile, por la Cordillera de los Andes “a unos cinco mil metros o más” y que no es nocivo para la salud ni perjudicará la normalidad de los vuelos.
Según explicó Cindy Fernández, meteoróloga del SMN, “si bien no es común” que llegue el humo cada vez que hay un incendio, “no es la primera vez que sucede”. “Ya ingresó humo semanas atrás, cerca del 6 de noviembre. Es un humo disperso que se puede divisar”, explicó Fernández.
“El único fenómeno que se puede divisar con la presencia de humo es observar una coloración distinta en el cielo, ya que se atenúa la luminosidad del sol y se puede observar el cielo más gris”, aseguró, y agregó que “durante el atardecer se ve el cielo más rojizo”.
Fernández explicó también que el humo viajó desde Australia “con presencias de aire de la atmósfera” y que llega “mezclado con el aire”. “En el viaje el humo se va dispersando en partículas. Una parte de estas partículas se va precipitando en forma de lluvia”, señaló.
Porqué el humo hace que el cielo se vea más rojizo
El Servicio Meteorológico Nacional explicó que el fenómeno por el que el humo transforma el color del cielo con un tono más rojizo tiene que ver con la luz del sol, “que en realidad es blanca” y por lo que pasa en la atmosfera. “El color blanco de la luz está compuesto por la mezcla de todos los colores del espectro visible. Estos colores son los que se ven cuando descomponemos la luz con un prisma”, aclaró.
“La dispersión de Rayleigh, descubierta por John Srtutt (3° Barón de Rayleigh), es la dispersión de la luz visible (o cualquier radiación electromagnética) por partículas que son mucho más pequeñas que la longitud de onda de los fotones dispersados”, siguió la explicación en una serie de twits acompañados por divertidos gifts.
“La radiación electromagnética se emite en forma de ondas, y las hay de todas las longitudes posibles. Pero existe un grupo de estas ondas que pertenecen a la luz visible. El violeta tiene la longitud de onda más corta y el rojo la más larga. En el medio están los otros colores. Cuando la luz blanca ingresa a la atmósfera, encuentra partículas en el aire que absorben algunas de esas ondas y luego emiten otras en todas direcciones. Las ondas que absorben o emiten están relacionadas con el tamaño de las partículas que la luz intercepta en su viaje”, explicaron.
En este sentido, concluyeron que las partículas generadas en los incendios “dispersan mucho mejor las ondas que corresponden a los colores naranjas y rojos”. “Es decir, que son esos colores los que llegan a nuestros ojos, y por ese motivo, el cielo se vuelve más rojizo”.