Juan Román Riquelme, en su nueva función de vicepresidente segundo y encargado de todo el fútbol del club, trata de hacer equilibrio como cuando tenía una pelota en sus pies para tratar de incorporar algún refuerzo ante un panorama económico que, según los nuevos dirigentes, no es el que pintaban los anteriores directivos. "Boca vendió por 55 millones de dólares y hoy en la caja hay cinco, se cobraron adelantado 13 millones de dólares por Darío Benedetto y Nahitan Nández que tenían que entrar este año", fueron las declaraciones de Jorge Ameal que reflejan la situación, y lo difícil que es salir a buscar incorporaciones de nivel.
Algunos dirigentes comentan en voz baja que en este receso Boca finalmente no comprará a nadie y de hacerlo es porque vende algún jugador, mientras esperan los estudios que está realizando una auditoría contable y que se sabrá recién en dos meses.
Y más allá de algunos nombres que se barajaron en los últimos días, y que nunca fueron informados por una comisión de fútbol que hace del silencio una forma de manejarse ante los medios, Paolo Guerrero fue el único jugador porque el que Boca inicio gestiones. Pero por el alto nivel de su contrato la gestión está estancada y con el delantero de la selección peruana a punto de retornar sus tareas, este miércoles, en el Internacional de Porto Alegre para realizar la pretemporada.
Dos ex Boca, Andrés Cubas y Edwin Cardona, empezaron a sonar como refuerzos, uno por el interés de Talleres de Córdoba por Paolo Goltz, y el otro porque no tiene club en este momento, ya que el Rayados de Monterrey no lo tiene en sus planes. Cubas también es pretendido por el Fluminense de Brasil, que ofreció 2.800.000 dólares por el 60 por ciento del pase. En esta posición Boca tiene solo a Iván Marcone ante la salida de Daniele De Rossi.
Con respecto al ex jugador de la Selección Colombiana y que estuvo en Boca en el 2017 y 2018, habría tenido una conversación telefónica con Riquelme, y éste le explicó que le interesa pero que tendría que llegar con el pase en su poder, y bajar sus pretensiones de prima y sueldo.
El último refuerzo que tuvo eco mediático en los últimos días fue el de Mauricio Isla, chileno marcador por derecha que pertenece al Fenerbahce de Turquía y que integra la Selección de su país, quien también habría tenido una charla con Román pero que tiene contrato hasta junio y eso trabaría las negociaciones.
Con respecto a las salidas, Paolo Goltz, a quien se le finaliza su vínculo en junio, es pretendido por Gimnasia y Talleres a préstamo pero Boca solo negociaría una venta. El que sí podría ir a préstamo pero a Rosario Central es Marcelo Weigandt, ya que en ese puesto están Julio Buffarini y Nahuel Molina Lucero.
Mientras, el plantel a las órdenes del nuevo entrenador, Miguel Angel Russo, realizó su cuarto día de pretemporada, con una hora de trabajos físicos y otra de ejercicios con pelota por la mañana, en su centro de entrenamiento en Ezeiza. La segunda parte del doble turno fue por la tarde, y luego los jugadores descansaron en un hotel de la zona. Así seguirán hasta el domingo, que tendrán libre.
Es posible que el viernes se abra la práctica a los medios, y luego al mediodía hable el técnico en conferencia de prensa. El primer amistoso de Boca es el 16 del corriente ante Universitario de Perú, desde las 21.30, en el estadio de la ciudad de San Juan.