El Atlético de Madrid recuperó ayer su versión de equipo sólido para vencer por 3-0 al Valencia y recuperar así la cuarta posición de la Liga española de fútbol. El encuentro, correspondiente a la 26ª fecha del torneo, fue más sencillo para el equipo rojiblanco de lo previsto, pues el rival apenas le amenazó. Dos zarpazos de Antoine Griezmann (foto) y uno más de Kevin Gameiro sirvieron para plasmar la superioridad local y dejar al conjunto de Diego Simeone con 49 puntos, uno más que la Real Sociedad y cuatro por encima del Villarreal.
Era obvio que el Atlético sabía lo que se jugaba. Descartado de la pelea por el título, ahora su nuevo objetivo se centra en asegurar la cuarta posición, la última que permite entrar en la próxima Liga de Campeones, y a ella optan Real Sociedad y Villarreal. Como ambos ganaron, a lo mismo estaba obligado el equipo anfitrión.
Asumió la responsabilidad y su entrada en el campo fue impecable. Creó superioridad en el centro del campo, robó balones y las transiciones fueron vertiginosas. De esta forma se adelantó cuando apenas habían transcurrido diez minutos. Fue una jugada en la que se apreciaron algunas de las mejores
virtudes del Atlético. El Valencia dobló las rodillas ante la presión, Koke asistió y Griezmann, tan hábil en el desmarque como en el remate, se encargó de adelantar al equipo local. Entonces el Valencia se enteró de que había llegado a Madrid para jugar un partido de fútbol. Equilibró mejor las fuerzas en el centro del campo y consiguió retener algo más la pelota.
Es cierto que el Valencia se fue al descanso sin generar una sola ocasión de gol y que el poco peligro que hubo hasta el intermedio tuvo un color rojiblanco, pero el equipo de Voro finalizó la primera parte con la sensación de que podía aspirar al empate. Pero cualquier aspiración visitante se estrelló con el peso de la realidad muy pronto. A los dos minutos de la reanudación llegó el segundo gol del Atlético y la sentencia del duelo. La jugada fue parecida a la del primer tanto: nació de un robo, hubo un buen pase y el delantero definió. En este caso, la autoría del gol la firmó Gameiro. El equipo madrileño completó la goleada a siete minutos del final con otra rápida transición completada por Griezmann.