Un total de 176 personas murieron como consecuencia del accidente aéreo que sufrió un avión ucraniano poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Imán Jomeini, cerca de Teherán. La tragedia se da en medio de la escalada de tensión militar entre Irán y los Estados Unidos, aunque los primeros informes hablan acerca de la posibilidad de un desperfecto técnico del avión: se habría producido un incendio en uno de los motores.
El Boeing 737-8 de Ucranian International Airlines (UIA) realizaba el vuelo PS752 con el que tenía previsto conectar Teherán con Kiev, pero se estrelló pocos minutos después de despegar.
PressTV, la televisión oficial iraní en inglés, explicó que el avión ucraniano se estrelló cerca de Parand, una ciudad de la provincia de Teherán. El accidente fue provocado probablemente por "dificultades técnicas", indicó PressTV, citando a Ali Khashani, el portavoz del aeropuerto internacional Imán Jomeini.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski confirmó que no había ningún superviviente. "Todos los pasajeros y la tripulación (...) murieron", escribió Zelensky en Facebook. También advirtió contra posibles "especulaciones" sobre el accidente y pidió que no se difundan "versiones no verificadas de la catástrofe".
"Estamos preparando un equipo para ayudar con la operación de búsqueda e investigar las causas del desastre", manifestó el primer ministro de Ucrania, Oleksiy Honcharuk, quien precisó que en la aeronave viajaban 167 pasajeros y 9 miembros de la tripulación.
El canciller de Ucrania, Vadym Prystaiko, detalló que las víctimas son 82 iraníes, 63 canadienses, 11 ucranianos y 10 suecos, 4 afganos, 3 alemanes y 3 británicos.