Desde Brasilia
Luiz Inácio Lula da Silva le recomendó a Jair Bolsonaro dejar de "arrodillarse" ante Donald Trump apoyando a libro cerrado la ofensiva estadounidense lanzada el jueves último contra Irán cuando fue asesinado el general iraní Qassem Soleimani . "Creo que es grave este servilismo (..) Brasil no tiene que envolverse en este conflicto" apartándose de su tradición diplomática.
Desde que llegó al Palacio del Planalto, en enero del año pasado, el excapitán del ejército "no ha medido esfuerzos para demostrar que es un lamebotas de Estados Unidos, hasta hizo la venia frente a la bandera norteamericana", reseñó.
"Brasil es un constructor de paz (..) a diferencia de EEUU que siempre está tirando piedras".
Durante una entrevista transmitida en vivo este miércoles por el portal DCM el expresidente analizó la posición del actual gobierno ante la escalada de la crisis en Medio Oriente donde ayer Irán atacó dos bases norteamericanas en Irak.
Discrepó con Bolsonaro, para quien el fallecido Qassem Soleimani, jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, no tenía el grado de general.
Millones de iraníes participaron en los funerales de Soleimani que "era oficialmene reconocido como un general", declaró Lula.
Irán es un país "poderoso", con armamento, una población numerosa y "hoy tiene más influencia en Irak que Estados unidos".
Asumiendo una posición criticada hasta por sectores de las fuerzas armadas brasileñas Bolsonaro acusó de "terrorista" al gobierno de Teherán llevando la relación bilateral al borde de la ruptura.
La diplomática Maria Cristina Lopes, responsable interina de la misión en Teherán, fue convocada dos veces por las autoridades persas para que explique la posición de Brasila.
Grupos de interés que simpatizan con el bolsonarismo, como los empresarios del agronegocio, no adhieren al discurso hostil contra un país que en 2019 importó 2.100 millones de dólares de maíz, soja y carnes brasileños. Una eventual ruptura de relaciones supondrá el embargo a las importaciones de alimentos.
Al aceptar ser un mandadero de la Casa Blanca, Bolsonaro se embarcó en la estrategia personal del republicano Trump con vistas a los comicios norteamericanos de noviembre en los que busca su reelección, sostiene Lula.
"Estados Unidos siempre precisa enemigos, esto me huele a campaña electoral de Trump, él sabe que las elecciones no están fáciles, sabe que puede perder las elecciones, aunque esto no es seguro, y sabe que una guerra puede ayudarlo, esto es muy delicado porque Irán tiene una tradición cultural milenaria" y el conflicto puede extenderse dado que "China tiene interés en Irán, Rusia tiene interés en Irán".
El líder del Partido de los Trabajadores atribuyó la actitud de Bolsonaro no sólo a su adulación de Trump, sino también a la "falta de conocimiento" acerca de las sutilezas de la diplomacia.
Dijo haber aprendido mucho sobre política internacional con el excanciller Celso Amorim y Marco Aurelio García (1941-2017), el dirigente del PT, que fue su consejero durante sus dos mandatos.
En la entrevista de hoy Lula recordó, para demostrar cual debiera ser el papel brasileño en esta crisis, que hace unos diez años viajó a Teherán como mentor de un acuerdo nuclear construido con el consenso de Irán y Turquía y el aval de Estados Unidos y Francia.