Desde Posadas
El titular de un importante diario de Misiones publicó esta semana, “Niña de 10 años que sufrió abuso sexual dio a luz a un varón”. El caso es estremecedor: a fines de septiembre, su maestra la llevó al CAPS 16 de Posadas por sus dolores abdominales. Tras derivarla al Hospital Materno Neonatal, se comprobó que la niña estaba embarazada producto del abuso sexual al que cometió su hermanastro de 15 años. “Viven bajo la desidia y la violencia”, informó el equipo interdisciplinario del Hospital Neurosiquiátrico que sondeó el entorno familiar. Pero lo insostenible es que el Estado provincial no cumpla con prevenciones legítimas y protocolos vigentes para que esto no suceda. ¿Será porque su actual ministro de salud, Oscar Alarcón, del Frente Renovador, fue el que presentó el proyecto de ley para que la provincia fuera declarada provida? ¿El equipo interdisciplinario del Hospital provincial Materno Neonatal, que muestra a sus familiares las pruebas del embarazo y la inducen a una cesárea son conscientes de lo que significa para una niña quedar embarazada luego de un abuso sexual? El ex diputado provincial, ahora actual ministro, decide por la vida de nosotras, y el resto de la mayoría del arco político provincial acata.
Durante el debate en el Senado nacional por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el ex gobernador de Misiones, Maurice Closs, y actual vicepresidente de esa Cámara, votó en contra con un discurso alarmante: “¿Me va a llamar un padre con un hijo enfermo de gripe para que les dé una cama o atención y yo tengo que decir que la prioridad es para ‘este tema’? No estoy de acuerdo”, sentenció. Habrá que explicarle al ex gobernador que en vez de citar encuestas sobre accidentes de tránsito en un debate sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que la mayor tasa de mortalidad de mujeres es por aborto clandestino. Aunque en la Constitución provincial el artículo 39 establece que debe garantizarse a la población la salud integral, preventiva y asistencial, Misiones se cae a pedazos en sus políticas de salud y prevención en género.
Muchas veces se ponen pretextos territoriales, “Estaba en el Misiones profundo y no llegó”. El caso de esta niña pasó en un barrio de la ciudad de Posadas. Donde el Estado puede llegar. No hay excusas sobre la cuestión territorial, como tampoco hay justificaciones posibles para que no se implemente en los Centros de Salud Públicos (CAPS), 400 en toda la provincia, y/o en el Hospital Materno Neonatal que dirige Hugo Ocampo, la Guía de atención de embarazos a menores de 15 años. “No se implementa. Lxs profesionales no saben que existe o ni siquiera la aplican. Falta muchísima formación en género, como así también en cómo tratar los embarazos o abusos a menores de edad, y ese hospital usualmente induce a las niñas a una cesárea”, dice una psicóloga que trabaja en el ámbito público y privado de Posadas, y que pidió mantener su nombre en reserva por las presiones constantes que sufren ella y sus colegas cada vez que cuestionan las estructuras medievales que les impone el sistema de salud.
Tanto la niña de 10 años cuanto su hermanastro de 15 están escolarizados. La pregunta es entonces, ¿qué pasa en los colegios de la provincia de Misiones, que no se implementa la Ley de Educación Sexual Integral obligatoria? La noticia de la niña embarazada se hizo visible en noviembre. El embarazo ya estaba muy avanzado para aplicar la Ley Nacional 4.318 de Atención integral de abortos no punibles. Una vez más, las instituciones llegaron tarde.
En 2018 nacieron 198 bebés de niñas que no superan los 14 años y es una cifra que no baja. Además, Misiones cuenta con una de las tasas más altas de embarazo adolescente del país, al igual que Chaco y Formosa, que encabezan la lista. Las últimas estadísticas publicadas durante 2019 por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, arrojaron que en Misiones el 20 por ciento de las adolescentes fue madre. En diciembre, más de cien médicos se inscribieron en el Registro de Objetores de Conciencia que habilitó el Colegio de Médicos de la provincia.
Los abusos hacia las mujeres son un dato más naturalizado por la sociedad local, y más aún en situación de indigencia o en el interior de Misiones. La Justicia provincial lo percibe como algo “menor”. Las noticias sobre femicidios siguen siendo columnas policiales escritas y producidas por comunicadores sin perspectiva de género. En estos últimos días sucedieron hechos que marcaron las vidas de mujeres misioneras. La salida en libertad de Cristina Vázquez luego de haber estado injustamente detenida durante once años y el horror de una adolescentes de 15 años que fue abusada por un grupo de varones jóvenes en la costanera de Candelaria, a 27 kilómetros de Posadas y con una población de 25.000 habitantes.
Alicia, la madre de la adolescente, relató a un medio local cómo se encontraba su hija. “Abusaron terriblemente de ella pibes que conocíamos. La encerraron en un baño público, la filmaron, le tiraron cerveza y la lastimaron mucho”. El relato de la madre continúa, y cuenta que uno de los abusadores que está prófugo habla con ella y la extorsiona, pidiéndole por favor que no lo denuncie porque tiene que ingresar a la Policía. La sociedad misionera no dio señales de alarma. Al cierre de esta nota, llega otra noticia sobre un intento de femicidio: una vez más, un hombre roció con nafta a su pareja de 43 años. Quería quemar la casa y a ella. La mujer está a salvo; el hombre, de momento, detenido. Pedimos que paren de violentarnos, pedimos justicia incansablemente.