El presidente Donald Trump persiste en sus explosivas acusaciones contra Barack Obama: pidió al Congreso que investigue presuntas escuchas telefónicas en su contra ordenadas por su antecesor antes de las elecciones de noviembre de 2016.
El magnate republicano “solicitó que, en el marco de sus investigaciones sobre la injerencia rusa, las comisiones de Inteligencia del Congreso ejerzan su autoridad de supervisión” para determinar si el gobierno anterior “se extralimitó en 2016”, señaló el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en un comunicado. El texto alude a “informes”, no especificados, “de investigaciones políticamente motivadas justo antes de la elección”, a los que califica de muy inquietantes.
El breve comunicado se divulgó un día después de que Trump acusara en Twitter a Obama de haber intervenido sus teléfonos antes de las elecciones de noviembre, sin proporcionar pruebas de esa acusación¢n. “Terrible! Me acabo de enterar que Obama había pinchado mis líneas en la Trump Tower justo antes de la victoria”, escribió Trump el sábado. “Esto es McCartismo”.
El presidente de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Devin Nunes, republicano por California, dijo que la comisión investigará las denuncias del mandatario. Indicó que “la comisión realizará pesquisas acerca de si el gobierno espió las actividades de dirigentes de campaña de todos los partidos políticos”.
El portavoz de Obama, Kevin Lewis, dijo el sábado en un comunicado que “ni el presidente Obama ni ningún funcionario de la Casa Blanca ordenaron espiar a ningún ciudadano estadounidense”.
Según reveló ayer el diario The New York Times, el director del FBI, James Comey, considera que la acusación de Trump es falsa, y pidió que el Departamento de Justicia intervenga públicamente para rechazarla.
Comey estimó que “no hay pruebas que respalden” la denuncia y que Trump “insinúa que el FBI quebrantó la ley”, indicó el diario.
El director nacional de Inteligencia de Obama, James Clapper, declaró a su vez ayer a NBC que “no hubo tal actividad de espionaje contra el presidente electo cuando era candidato ni contra su equipo de campaña”.
Los comentarios de Trump parecen estar basados en versiones no verificadas del sitio de ultraderecha Breitbart News, antes dirigido por el actual jefe de estrategia del mandatario, Steve Bannon.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Shumer, dijo que Trump se está cavando su propia fosa, porque incluso si su afirmación es verdadera, “esto quiere decir que un juez federal, elegido en forma independiente, ha encontrado que el presidente, o las personas de su entorno, tienen causa probable de haber violado la ley o haber interactuado con un agente externo”.
Al menos tres comisiones del Senado y la Cámara de Representantes iniciaron investigaciones sobre la injerencia de Rusia en la campaña electoral, cuyo fin habría sido favorecer la victoria de Trump frente a su rival Hillary Clinton. La administración Obama había acusado a los rusos de estar en el origen del pirateo de los correos electrónicos de colaboradores de Clinton y aprobó sanciones contra Moscú en diciembre. Además, los múltiples contactos entre asesores del republicano y diplomáticos rusos durante la campaña y después de las elecciones aumentan las sospechas de una colusión.