Tras diez días de agonía, murió Florencia Coria, quien sufrió quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo. Ayer por la mañana se conoció el fallecimiento, y poco después Cristian Cabrera, el sindicado femicida se fugó de la prisión domiciliaria que le había otorgado el juez Ignacio Vacca. Casi a medianoche del miércoles, vecinos de Pérez lo identificaron, y fue apresado en esa ciudad. "Tendría que haber estado detenido desde el primer día", consideró ayer Dora, la madre de la chica. Florencia estaba internada en el Hospital de Emergencia Clemente Alvarez, con gravísimas quemaduras, luego de una discusión con su ex pareja, imputado de tentativa de femicidio; carátula que deberá agravarse con el fallecimiento de la muchacha. La fuga del acusado se conoció cuando personal policial lo fue a buscar, ya que debía asistir a los Tribunales de Villa Constitución, por una nueva audiencia en la que Fiscalía insistiría con la prisión preventiva efectiva. La misma se realizó sin el imputado y se emitió orden de captura. No duró mucho fugado: tras la intensa difusión de su imagen por organizaciones de mujeres y medios de comunicación, cerca de la medianoche vecinos de Pérez dieron aviso a la policía, que lo detuvo de inmediato. En tanto, anoche organizaciones feministas se movilizaron por justicia para Florencia, en la plaza central de Villa Constitución.
El caso de la mujer que tenía dos hijes, conmovió, a pocos días de que se conociera que 2019 cerró con 41 femicidios en la provincia, según el relevamiento del equipo de género de la concejala Norma López. La joven de 27 años tenía un nene --hoy de siete años-- cuando se casó con Cristian Cabrera, de 43 años, con quien tuvo una nena. Dora, la madre de la víctima, relató días atrás a este diario que su hija venía sufriendo violencia por parte de Cabrera, incluso el mismo día que se casaron, a fines de 2015, cuando ella hizo una primera denuncia, pero nada se hizo y "él seguía buscándola, le sacaba a la nena", relataron desde algunas organizaciones de género que vienen acompañando a los familiares. Ayer, Dora responsabilizó al juez Ignacio Vacca por darle prisión domiciliaria, frente a lo que en principio se imputó como un intento de femicidio, el 30 de diciembre pasado.
El lunes, Dora relató que el 29 de diciembre al mediodía, "estuvieron en una fiesta, se armó un problema con el yerno de él, Cristian maltrató a mi hija. Se la llevó a la casa, discutieron, la encerró y el desenlace fue el fuego", relató. Al principio la chica estuvo internada en el Samco de Villa Constitución, pero el domingo lograron trasladarla al Heca. El acusado también presentaba algunas quemaduras y cortes, por lo que fue imputado el 30 de diciembre en el centro de salud, por la fiscal Analía Saravalli, quien le achacó "haber rociado con alcohol para luego prenderla fuego, con la clara intención de quitarle la vida aprovechándose del desequilibrio emocional que ella presentaba y de la violencia que venía ejerciendo sobre la misma".
Cuando escuchó la acusación, el imputado intentó defenderse diciendo que su pareja se autoagredió. El día del hecho, el diario El Sur publicó que Cabrera, vecino del barrio Santa Mónica, de Villa Constitución, "posee numerosos antecedentes por diversos delitos".
El lunes a primera hora comenzó el reclamo de la familia y organizaciones para que le dieran prisión efectiva. También pedían que la nena no permaneciera con el agresor de su madre, y debieron luchar para conseguirlo. Recién el martes por la tarde la madre de la joven logró la guarda de la pequeña y pudieron ir a buscarla a la casa de familiares del imputado en un clima de tensión.
Ayer, la familia amaneció con la noticia más atroz: la muerte de su hija. Trascartón, a media mañana, desde Fiscalía le informaron que el acusado se dio a la fuga -creen que entre las 7 y las 11 de la mañana- de la casa donde cumplía la prisión domiciliaria por orden del juez Vacca (quien rechazó la prisión efectiva que pidió Saravalli el 30 de diciembre) la fiscal Eugenia Lascialandare solicitó la declaración de rebeldía y pedido de captura del imputado, que fue ordenado por la jueza Mariel Minetti.