"No va a poder hacerle daño a ninguna otra mujer", dijo Gimena, al salir aliviada y conmovida de la audiencia imputativa en la que se acusó y ordenó la prisión preventiva del cuidacoches Cristian A., que la atacó en la calle, en julio pasado. El imputado logró ser capturado tras la difusión de imágenes de la cámara de seguridad de un edificio de Maipú 2200, que muestra el momento más violento del hecho. Las fiscales Alejandra Raigal y Noelia Riccardi, de la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual, le imputaron los delitos de abuso sexual simple, robo y lesiones graves. Entre la evidencia, mencionaron que tras dar a conocer las imágenes, con autorización de la víctima, cinco testimonios guiaron la investigación sobre el imputado, por su vestimenta, corte de cabello, forma de caminar y de sentarse. También mencionaron antecedentes condenatorios por robo, daños y hurto, y la reincidencia.
Claudio A., tiene 34 años y ayer dijo frente al juez Gustavo Pérez de Urrechu que trabaja en el puerto; sin embargo, una serie de evidencias lo ubican como la persona que se puede ver en el video difundido, y que solía cuidar autos en la zona de Pellegrini, entre Laprida y Juan Manuel de Rosas. Entre ellas, un grupo de testimonios de personas de identidad reservada que marcaron por qué entienden que A. es la persona que se puede ver en las imágenes. Esa línea de investigación determinó que el acusado, que al parecer estuvo en situación de calle, fuera detenido el lunes pasado, en Santa Fe al 600.
El caso tiene 6 meses de investigación, por el hecho del 7 de julio de 2019, y gracias a la publicación de las imágenes se logró dar con el presunto autor, en cuatro días. "Es fundamental tener en cuenta la vulnerabilidad de la víctima. Ella estaba indefensa. Se trata (en el hecho) a la mujer como una cosa, se la denigra, siendo objeto de deseo y necesidad del otro", reprochó la fiscal Raigal.
La semana pasada el Ministerio Público de la Acusación difundió el video de "alta sensibilidad" porque pese al mejoramiento de imágenes que se mandó realizar, no lograron identificar al implicado. En la filmación, se puede ver cómo el acusado arrastra a la víctima hasta el ingreso a un edificio donde la cámara los toma. La sienta en el escalón de la entrada y como ella cae recostada, llega a besarla y le toca un pecho. Con las pocas fuerzas que le quedan la mujer le empuja la cara e intenta ponerse de pie. En ese momento, el atacante la "estampa" contra una pared del edificio y cuando está cayendo le patea la cara, por lo que sufrió serías lesiones (perdida de conocimiento, fractura de tabique nasal, fractura espina nasal del maxilar, entre otras). Tras el ataque, le robó todas las pertenencias.
Gimena estuvo 45 minutos tirada en el lugar hasta que un vecino del edificio la vio y llamó al 911. Desde el Hospital Provincial llamaron a la familia de la mujer y le dijeron que estaba alcoholizada. Algo que Gimena siempre negó y lamentó el tratamiento que le dieron al caso en el efector. Las fiscales relataron ayer que la joven salió de un bar para encontrarse en otro, cercano, con su pareja y otros amigos. Sin embargo, en el trayecto fue interceptada por el acusado. La sospecha es que los golpes comenzaron antes de lo que se puede ver en las imágenes, ya que ella aparece semi inconsciente en el video y hasta el día de hoy no se acuerda de nada. También plantearon que tras el episodio no pudo volver a su vida normal.
Además, al momento de pedir la prisión preventiva, Raigal mencionó que el acusado tiene antecedentes penales desde 2007, por hechos de robo, hurtos, daños y delitos contra la propiedad. Incluso, cuenta con dos condenas condicionales. Una eventual condena por el caso, señaló, podría tener pena "de entre 5 y 19 años" de prisión.