“Llegué a la casa y el fuego (para poner la olla y cocinar), estaba apagado hace rato. Le pregunté si habían comido y me dijeron que no”. La descripción del representante wichí y miembro de la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA), Modesto Rojas, hace referencia a la realidad de la familia Basualdo quien perdió al integrante más pequeño el martes en la madrugada. La familia vive en la comunidad wichí La Mora 1, ubicada a cuatro kilómetros de la ciudad de Tartagal, ciudad cabecera del departamento San Martín en el norte de Salta.
Al llegar Rojas se dio con el ataúd de un metro veinte centímetros aproximadamente. Allí yacía el cuerpo de un bebé de un año y dos meses. “No pude pedirle el certificado (de defunción) al padre porque él me contaba entre llantos lo que pasó”, dijo. Por su experiencia en el recorrido de las comunidades, el referente wichí especuló que el nene estaba desnutrido. Ramón Basualdo, el papá de la criatura fallecida, llegó a comentarle que los agentes sanitarios de la zona le habían advertido que estaba con bajo peso. “Pero él me dice que lo llevó antes como cuatro veces al hospital y siempre lo devolvían para que le haga vapores” porque presentaba problemas respiratorios, relató Rojas.
El niño “entró con un cuadro de deshidratación severa al parecer por consecuencia de un proceso agudo de gastroenteritis”, dijo Juan José Fernández, gerente del Hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal. “No tengo la desnutrición como causa de muerte”, afirmó. Reconoció que el niño había sido asistido en el Hospital en anteriores ocasiones. El chico tuvo al menos dos consultas que terminaron en internación por los cuadros de deshidratación. Incluso la semana pasada había estado internado por la misma causa y tras haber sido recuperado durante la internación lo enviaron nuevamente al domicilio. A los dos días de haber sido dado de alta el nene volvió durante el fin de semana que pasó. Presentaba un cuadro grave de deshidratación, por lo que se decidió su derivación en vuelo sanitario al Hospital Materno Infantil de Salta Capital, en donde falleció la madrugada del martes. “Estaba con los controles del agente sanitario y en riesgo nutricional pero sin ser bajo peso todavía”, añadió Fernández ante la consulta de Salta/12.
“Al final se van a seguir muriendo”
Basualdo “no cuenta con ayuda social ni trabajo”, contó Rojas. La familia vive en la misma comunidad del recientemente fallecido dirigente wichí Indalecio Calermo, quien fue vocero del Pueblo Wichí en el Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta (IPPIS). “Ellos me llamaron porque me conocen y saben que si tengo que decir, digo”, afirmó el referente de AIRA.
En la familia Basualdo quedan cinco chicos menores de edad. Rojas afirmó que la familia recibía leche “pero al último ya no”.
Una auditoría que se hizo en 2016 al Hospital Juan Domingo Perón advertía sobre la reducción de entrega de leche durante ese año respecto de 2015. “La cantidad de Leche Entera en Polvo distribuida durante el ejercicio 2015, se redujo al 17,60% en promedio durante el ejercicio 2016”, sostiene el informe de la Auditoría General de la Provincia (AGP). Fernández aclaró que ingresó como gerente del Hospital en diciembre de 2016 y desde ese momento “creo que es la zona operativa que más leche reparte”.
En cuanto a la familia Basualdo y su recorrido con el nene fallecido, Rojas contó que una vez en el Materno Infantil a Basualdo “no lo dejaron entrar” a la zona de atención. Durmió en el pasillo del Hospital y cerca de las 5 de la mañana del martes encontró un médico. Preguntó por su bebé y le dijeron que ya había fallecido.
“Al final se van a seguir muriendo. Hace un mes se murió otro bebé en Misión Lapacho Viejo sobre la ruta 86 frente al Barrio Romero en Tartagal”, dijo Rojas. Advirtió que observa que falta atención en el Hospital de esa ciudad y apuntó también contra la persona que tienen en calidad de traductora bilingüe para los pacientes que llegan al Hospital provenientes de comunidades originarias. Sobre todo muchas mujeres, que son las que habitualmente se encargan de los niños, no hablan castellano y no comprenden las prácticas médicas occidentales.
Pese a insistir para hablar con el nuevo secretario de Asuntos Indígenas de la provincia, Luis Gómez Almaras, Rojas aseguró que no obtuvo respuestas. La última vez que hablaron, el funcionario le dijo que estaba a la espera del ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, quien en principio vendría a la provincia la semana que viene a firmar un convenio por las Tarjetas Alimentar.