Ya nonagenaria, Clotilde Suárez de Ragone, seguía, con su sola existencia, demandando al Estado que diga dónde está el cuerpo de su marido, el ex gobernador Miguel Ragone, secuestrado y desaparecido el 11 de marzo de 1976.
Clotilde falleció hoy, a los 98 años. Sus familiares la despidieron con un escueto comunicado de su hija homónima, Clotilde Ragone, una de las impulsoras de la investigación del secuestro de su padre. "Última navidad que felices de tenerte 98 años. Gracias. Ahora ya descansás junto a los que esperaste tanto, ya estás con tu querido Miguel. Hasta siempre mamita", la despidió en Facebook.
Clotilde Suárez de Ragone acompañó al médico del pueblo y político destacado Miguel Ragone durante casi toda su vida adulta. Ni bien se cometió el secuestro, a eso de las 8 del 11 del 76 ella recibió del entonces único juez federal de Salta, Ricardo Lona, uno de los zapatos de su marido, encontrado en la escena del ataque perpetrado por un grupo de tareas a la vuelta de su casa, en la ciudad de Salta. Ante Clotilde también se comprometió el magistrado federal a poner todo su esfuerzo en encontrar al ex gobernador.
Los hechos posteriores demostraron que fue todo lo contrario: el juez se esforzó para encubrir a los represores. Por eso, en septiembre del año pasado, Lona fue condenado a 15 años de prisión por encubrimiento y prevaricato en relación a la desaparición de Ragone. La sentencia llegó 43 años después del hecho, y tras una extensa batalla judicial que en el caso de la familia del ex gobernador, fue encabezada por su nieto, Fernando Pequeño, pero siempre en compañía de su madre, Clotilde, y de su abuela, Clotilde Suárez.
La viuda ya no pudo asistir al juicio del año pasado, su salud estaba resentida. Pero sí concurrió a los procesos judiciales anteriores (se realizaron otros dos juicios contra represores que participaron del secuestro y desaparición del ex gobernador) e insistió siempre en su pedido para que se dé con el cuerpo de su marido. La muerte la alcanzó sin ver realizado ese deseo.
El Estado argentino mantiene, aún hoy, un aviso de recompensa de $500.000 para quien dé "información que conduzca directamente a encontrar a Miguel Ragone".
El ex gobernador nació en Tucumán, en una familia numerosa de inmigrantes napolitanos y él mismo formó una familia con Clotilde Suárez. Recién recibido de médico, se inició en la función pública en 1946, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, acompañando la gestión del médico sanitarista Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud que tuvo la Nación.
En Salta, Ragone fue el primer director del Hospital Neurosiquiátrico, que hoy lleva su nombre. En el peronismo militó junto a otros dirigentes progresistas, como Tomás Ryan y el enfermero ex gobernador Carlos Xamena.
En 1973, con la Lista Verde, opositora al ala conservadora del peronismo, fue nominado candidato a gobernador por el PJ. El 11 de marzo de 1973 se impuso por más del 57% de los votos. Su austera gestión fue interrumpida en noviembre de 1974 por una intervención ordenada por el gobierno de Isabel Martínez de Perón.
Tras su paso por la función pública siguió ejerciendo su profesión. Iba a trabajar la mañana del 11 de marzo de 1976, cuando fue atacado y secuestrado.
Ragone es el único gobernador constitucional secuestrado y desaparecido por la represión estatal y paraestatal iniciada en la década del 70. También es el primer gobernador salteño que pensó en entregar títulos de tierras a las comunidades aborígenes, y que inició un trabajo con los campesinos.
Llegado a la gobernación acompañando la fórmula presidencial de Héctor José Campora, el 25 de mayo de 1973, en la asamblea legislativa de asunción, Ragone rescató el pronunciamiento del peronismo “por la liberación rechazando la dependencia”. Para él, todos comprendían “de qué y de quienes debemos liberarnos”. E iba más lejos: “Si nuestro pensamiento se asocia de inmediato a los grandes imperialismos, es necesario comprender que también regionalmente debemos liberarnos e independizarnos, sabiendo que en Salta hay hombres que trabajan y hombres que viven del trabajo de los demás”.