El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó que el accidente de un avión ucraniano en Irán, en el que murieron sus 176 ocupantes, se debiera a un desperfecto mecánico, aunque no precisó el motivo del accidente. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue más allá al argumentar que según información de inteligencia, el Boeing 737 fue derribado por un cohete iraní. Su par británico, Boris Johnson, también avaló la teoría del ataque iraní. El propio gobierno de Irán salió al cruce de las versiones, a las que calificó de "rumores ilógicos". El presidente Hasan Rohani sostuvo que trabajará en conjunto con el gobierno ucraniano para investigar las causas del siniestro.
"Algunas personas dicen que fue un fallo mecánico, personalmente no creo que eso sea lo cierto", dijo Trump en una intervención en la Casa Blanca, sin ofrecer mayores precisiones. "Tengo mis sospechas. No quiero decirlo, es algo trágico", agregó en tono enigmático.
"Alguien pudo haber cometido un error desde el otro lado, no en nuestro sistema. No tiene nada que ver con nosotros", indicó el mandatario, que remarcó que el avión volaba "sobre un territorio hostil". Los 176 ocupantes del Boeing 737, incluyendo pasajeros y tripulación, fallecieron en el acto.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue más allá de los dichos de Trump al sostener que varias fuentes de inteligencia, incluidos los servicios canadienses, le indicaron que el avión que se estrelló cerca de Teherán el miércoles fue derribado por un misil iraní.
"Tenemos información de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestros propios servicios", que "indica que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní. Puede que no haya sido intencional", dijo en conferencia de prensa. 63 canadienses murieron en la tragedia, que ocurrió poco después de que Teherán disparara misiles contra bases militares utilizadas por el ejército estadounidense en Irak.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que la culpa del accidente sea de Estados Unidos (aliado estratégico de Canadá) por llevar a cabo el bombardeo que acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani, Trudeau sostuvo que las "pruebas así lo sugieren". De todas formas, expresó que "habrá que realizar una investigación exhaustiva para discernir exactamente qué sucedió".
En la misma línea, el primer ministro británico Boris Johnson se plegó a la versión de un ataque iraní y reiteró su llamado a todas las partes para que "disminuyan las tensiones en la región" con carácter urgente.
"Estamos trabajando estrechamente con Canadá y nuestros socios internacionales, ahora es necesario que haya una investigación completa e independiente", expresó. También pidió una repatriación "inmediata y respetuosa" de los cuerpos de las víctimas.
En ese contexto, el gobierno iraní le pidió a Canadá que le comparta su información sobre el accidente del avión ucraniano. En un comunicado publicado en reacción a lo que llamó "ciertas puestas en escenas dudosas", el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán pidió a Canadá "compartir" esas informaciones con la comisión de investigación iraní e invitó a Boeing, fabricante de la aeronave, a "participar" de esa indagación.
La organización de la Aviación Civil (CAO) iraní asegura que el piloto del avión no transmitió ningún mensaje de radio sobre circunstancias inusuales, y que testigos presenciales observaron "un incendio en el avión". De esta forma, la versión iraní sigue sugiriendo que el accidente habría ocurrido por cuestiones técnicas.
El director de la CAO, Ali Abedzadeh, afirmó que las acusaciones de países como Canadá o Estados Unidos son "rumores ilógicos" y agregó que "desde un punto de vista científico es imposible que un misil alcanzara al avión ucraniano".
Frente a un escenario de acusaciones cruzadas, el presidente de Irán, Hasan Rohani, ordenó la creación de un "equipo conjunto" con expertos ucranianos para investigar las causas del siniestro. Rohani mantuvo una conversación telefónica con su par ucraniano, Volodimir Zelenski, en la que ambos acordaron "facilitar la cooperación" entre los investigadores de ambos países.