El nueve de diciembre, cuando el entonces titular del PAMI Sergio Cassinotti ya había renunciado, su segundo en el cargo renovó de manera irregular 726 contratos en áreas importantes del organismo. De esa cifra, 164 personas no cumplían función alguna. La actual titular del instituto, Luana Volnovich , también se encontró con una deuda acumulada de 19.000 millones de pesos, sobre todo con proveedores de la industria farmacéutica y con un déficit anual de 8.400 millones de pesos. La auditoría que hicieron las autoridades entrantes también verificó contrataciones irregulares en consultoría por 88 millones de pesos que equivalen a 5.700 prestaciones médicas perdidas. A ese cuadro hay que sumarle el hallazgo de 17.972 bolsas de Ostomía vencidas y compras de pañales para adultos al mismo precio que en la cadena de farmacias más cara del mercado, algo inadmisible si se tiene en cuenta que el PAMI es un comprador a gran escala que forma precios. Luana Volnovich empezó a trabajar sobre esos problemas para poder cumplir, en un plazo que todavía no puede establecerse, con la restitución de los medicamentos gratuitos a los jubilados.
Volnovich es politóloga, pero tiene experiencia en temas previsionales: como diputada, en 2018 fue nombrada vicepresidenta de la comisión de Previsión y Seguridad Social. La actual titular del PAMI sabe que hoy la institución está funcionando muy mal. La auditoría que encargó y a la que tuvo acceso Página/12 explica por qué el organismo que tiene 14.000 empleados está sub-prestado: el macrismo puso tantas trabas para que los adultos mayores puedan atenderse que terminó ganando un efecto desaliento. Desde la nueva administración ya están trabajando para agilizar los trámites y para solucionar los problemas que generó la gestión anterior y se detalla en esta nota.
Tierra arrasada
Contrataciones ilegales
La auditoría detectó que el 9 de diciembre, cuando el anterior titular del PAMI ya había renunciado, su segundo en el cargo renovó el contrato de 890 personas. Lo hizo por un año, cuando se estila hacerlo por seis meses. Volnovich decidió no "vengarse" de la gestión anterior, que cuando llegó al poder sí persiguió políticamente a personas nombradas por el kirchnerismo y lo que hizo fue ver quiénes cumplían funciones y quienes no: se renovaron 726 contratos y se rescindieron 164 de personas que no tenían tarea asignada. Con esos sueldos, el PAMI hubiese podido contratar 164 médicos de cabecera.
Deuda y Déficit
Son dos problemas urgentes. La deuda acumulada que el macrismo dejó en el PAMI, sobre todo con proovedores de la industria farmacéutica, asciende a 19.000 millones de pesos. Y el déficit anual del organismo 8.400 millones de pesos.
Estos números no son producto del azar: el PAMI se financia en un 70 por ciento con aportes de los trabajadores activos y en un 30 por ciento con los aportes de los jubilados. El aumento en el desempleo durante los cuatro años anteriores y la reconversión del empleo formal registrado en monotributo afectó la recaudación del organismo. Se perdieron 174 mil puestos de trabajo en el sector privado y se registran 145.000 monotributistas más. Cabe destacar que un monotributista aporta a las arcas del PAMI menos del diez por ciento de lo que lo hace un asalariado.
Gastos en consultoría
Se detectaron gastos millonarios en consultoría en diferentes áreas del instituto. Se gastaban 51 millones de pesos anuales en asesoramiento en procesos administrativos que para la actual gestión no tienen ninguna justificación. Y también se destinaban 37 millones de pesos anuales en consultoría en sistemas cuando el PAMI tiene 250 personas trabajando en ese área.
La cifra mensualizada da 7 millones de pesos que equivalen a 5700 prestaciones médicas que se podrían haber puesto a disposición de los afiliados. La idea que tiene Volnovich es ir reemplazando esas costosas consultorías por el aporte que se puede hacer desde las distintas universidades del país.
Irregularidades en la compra de pañales
El 50 por ciento de los pañales que compra el PAMI como insumo para los adultos mayores se denominan "pañales rectos". El macrismo estaba pagando 28.02 pesos cada pañal y la compra mensual es de 6.448.320 unidades. El precio minorista promedio es 21.29 pesos cada uno. La compra de un artículo tan demandado al precio que lo vende la cadena de farmacias más cara del país no cierra desde el sentido común si se tiene en cuenta que el PAMI es un comprador a gran escala y por ende, formador de precios. La pérdida que generó este derroche fue de 43.397.194 millones de pesos al mes.
Sillas de ruedas y Bolsas de Ostomía
Las autoridades entrantes se encontraron con 17.972 bolsas de ostomía vencidas, lo que habla claramente de una deficiencia en la prestación. Respecto de las sillas de ruedas y elementos ortopédicos, la situación no es mejor: fueron encontrados de a cientos amontonados sin ninguna identificación o rotulado. Y no es que no hagan falta: en 2019 hubo 167.323 pedidos y solo se entregaron 113.035. Una simple resta confirma que hay 54.288 personas que por desidia aún esperan su pedido. En el nivel central de la institución también se encontró un lote de zapatillas que correspondería a donaciones destinadas a poblaciones vulnerables que nunca fueron entregadas.
Irregularidades en la atención
La demora promedio en algunas de las Unidades de Gestión Local (UGL) y agencias del país llega a una hora cuarenta minutos. Las nuevas autoridades de la institución consideran que ese retraso es una falta de respeto inconcebible y están trabajando agilizar los trámites.
El futuro
Desde el PAMI consideran que la debilidad en la que se encuentra el organismo es consecuencia de las decisiones de política macroeconómica que generó el macrismo. Y si bien la obra social es autónoma, Luana Volnovich va a trabajar las políticas en coordinación con el ministro de Salud, Ginés Gonzalez García. Una de las prioridades a futuro es cumplir el mandato de campaña de Alberto Fernández de devolverles a los jubilados los remedios gratis que les quitó el macrismo.
Todavía no hay anuncios al respecto, pero están trabajando con dos premisas. Una de ellas, que las nuevas autoridades consideran muy importante, es hablar con los médicos para que no receten de más por presión de los laboratorios. Cerca de Volnovich están convencidos de que la gran discusión es si las reglas de juego las pone el Estado o el mercado.
La otra premisa es que con el tiempo, los jubilados que realmente los necesiten vuelvan a tener los medicamentos gratis. Cuidando que no haya avivadas. Ese anuncio no tiene fecha, pero las actuales autoridades están estudiando cuál va a ser el criterio para establecer quiénes son los que realmente los necesitan con un concepto rector de universalidad para revertir la política de medicamentos del macrismo.
En enero de 2017, las autoridades del PAMI habían usado una serie de casos aislados de jubilados millonarios que usaban el beneficio para instalar en la opinión pública la idea que la mayor parte de los adultos mayores vivía lo suficientemente bien como para no necesitar la gratuidad de esos remedios.
"El PAMI limitará la entrega de medicamentos gratis a los afiliados que tengan prepaga", titulaban los diarios en enero de 2017. Y cumplieron. Luego, se aprobó el cambio en el cálculo en la movilidad jubilatoria. Todo en un contexto de inflación que afectó sobre la media el precio de los remedios.
La inflación de los medicamentos, entre mayo de 2015 y octubre de 2019 alcanzó 457 por ciento en lo que se refiere al valor de venta al público y fue de 297 por ciento en el precio de los afiliados al PAMI. La consecuencia ya conocida es que las personas mayores dejaron de consumir su medicación o lo hicieron de manera limitada para ahorrar.