Luego de trajinar durante poco más de tres años al frente de su banda Barrio Viejo, Daniel Osvaldo se prepara intensamente para su vuelta al fútbol profesional, esta vez con la camiseta de Banfield. El ex delantero de Boca Juniors -quien hace poco reconoció que, tras el incidente que tuvo en 2016 con el entonces DT Guillermo Barros Schelotto por fumar en el vestuario, lo echaron del club- se había volcado de lleno a su carrera de cantante. En Barcelona, Dani Stone se juntó con dos músicos argentinos y otros dos españoles, para luego grabar en Buenos Aires un álbum debut titulado Liberación, con "Desorden" como tema de difusión, otros 11 temas propios más el cover de "Walking the Dog", de Rufus Thomas. Pero el ex atacante del seleccionado italiano no fue el único en incursionar en el rock y sus muchos derivados. A continuación, otros futbolistas reconocidos (y no tanto) que en el plano local (e internacional, ver aparte) se animaron a subirse a un escenario, antes o después de sacarse los botines. 

El Mono tremendo

Debutó en el '89 en el arco de Ferro Carril Oeste y en 1994 pasó a River Plate, donde ganó seis títulos -entre ellos, la Copa Libertadores 1996- que lo catapultaron al seleccionado argentino, donde alternó buenas y no tanto, ya que quedó marcado a fuego por el gol de tiro libre que le metió el paraguayo José Luis Chilavert desde mitad de cancha. Pero en paralelo, Germán Adrián Ramón Burgos se puso al frente como cantante de Simpatía, banda de sello rollinga con la que grabó Jaque al rey (álbum debut de 1999) y, tras pasar al Mallorca de España, publicó en 2000 Fasolera de tribunas.

En 2002, tras lograr un resonante ascenso con el Atlético Madrid, el grupo cambió y pasó a llamarse The Garb, dadas las iniciales del Mono. Con ese nombre y un look alla Ozzy Osbourne, Burgos presentó Líneas calientes. Al año siguiente al arquero se le diagnosticó un cáncer de riñón y meses después colgaría los guantes... para continuar colgándose la guitarra eléctrica. Así, en 2005 publica Abismos, su cuarto álbum.

Desde 2011 se desempeña como ayudante de campo de Diego Simeone, primero en Racing Club y desde hace ocho temporadas en el Aleti, cuya afición -al igual que al Cholo- lo tiene como ídolo. Con el Colchonero consiguió dos Europe League, dos Supercopa de Europa, una Copa del Rey, una Liga y una Supercopa de España, además de haber llegado a la final de la Champions en dos ocasiones. Pero claro: antes tuvo que desenchufar la guitarra y enfundarla hasta nuevo aviso. 

A sacarle la lengua a la pelota

Mauricio “Junior” Lescano es el líder de La 25, cuyo tema "Barrio viejo", del disco Shoc (2010), se ve que inspiró a Osvaldo para bautizar a su propia banda con dicho nombre. Pero antes de consagrarse con La 25, Junior Lescano hizo las inferiores en Quilmes y, con el equipo recién ascendido, debutó en Primera en el Clausura 92. Sin embargo, el Cervecero enseguida volvió a descender para iniciar una década negra en la segunda categoría. Jugó en total 26 encuentros e hizo 3 goles. 

Ya en 1994, Junior pasó a Aldosivi, donde metió 4 goles. Defensa y Justicia fue su nueva parada y se retiró en Berazategui, de la Primera B, en la temporada 97-98, para dedicarse a poner voz y melodía a sus propias composiciones, acompañado por su hermano Marcos, el otro guitarrista de la banda stone y que también tuvo su pasado como futbolista: de hecho hizo hasta la tercera división en Boca Juniors, para después militar en Argentino de Quilmes y en Defensa y Justicia. 

Por si fuera poco, otro integrante de La 25 que ejecuta las seis cuerdas es Hugo Rodríguez, quien también jugó como atacante en Quilmes en el Nacional B y hasta formó parte del plantel que ascendió a Primera.

Sin embargo, hay un denominador común entre estos guitarristas, ya que los tres hacen la gran Bartleby: preferirían no hablar de su pasado futbolístico.

Tras los pasos de Bob

Entre 1994 y 1996, Sandro Guzmán hibernaba en el banco como suplente del paraguayo Chilavert, titular indiscutible en el arco de Vélez Sarsfield. Luego pasó a Boca Juniors en tiempos de "cabaret" (Diego Latorre dixit), pero en el club de la Ribera tampoco halló su lugar. Después de transitar sin pena ni gloria por Deportivo Español, All Boys, Atlético Tucumán y probar suerte en los Estados Unidos jugando para Miami Strikers, se retiró en Argentino de Quilmes.

Un lustro después sorprendió a propios y extraños: primero se convertiría en DJ Jah Sandro y luego... en cantante de reggae, rastas incluidas. Enseguida vendrían sus propias composiciones. En la actualidad combina su pasión por la música con la atención de un quiosco en Ramos Mejía, al oeste del conurbano.

El Rifle del rock

Brilló como delantero en Vélez Sarsfield, donde ganó cinco campeonatos de la mano de Carlos Bianchi, entre los que se cuentan las históricas Libertadores e Intercontinental de 1994. Luego tuvo un paso breve por el Perugia de Italia y ya en Boca Juniors volvió a estar a disposición del Virrey para obtener el Apertura 2000. El detalle: era muy fan de los Stones y los Ratones Paranoicos.

Y en la convulsionada Argentina de 2001, Fernando Pandolfi decidió sacarse los botines para colgarse la guitarra y tocar como uno más en un grupo llamado Actitud Sospechosa, con quienes grabó Rockable. "Yo escribía muchas letras, fui aprendiendo a tocar la guitarra de a poco y me animé a componer", dijo en 2005, poco después de separarse de la banda. 

Más tarde, influenciado por su amistad con Los Piojos, formó Mil Hormigas, su propia banda en donde además de tocar la viola se encarga de ponerles voz a las canciones. Primero publicó De tierras, torres y turros. Luego le siguió El lenguaje de las arterias. Pero para Mil Hormigas no hay dos sin tres: el próximo objetivo es grabar un nuevo álbum que completará la trilogía. Para seguir haciendo goles desde los parlantes.

Avellaneda blues

Acaso con el sueño de formar parte de la rica historia del Rey de Copas, Rolando Sartorio hizo durante un tiempo las inferiores en Independiente, donde llegó a jugar junto a Javier Zanetti, antes que el jugador a la postre con más presencias en la Selección argentina recalara en Talleres de Remedios de Escalada. 

Desencantado con el ambiente del fútbol, Sartorio abandonó la profesión para abrazar el rock. Desde 1998 se transformó en el vocalista de La Beriso, una banda formada en su Avellaneda natal y que de un tiempo a esta parte goza de una tremenda popularidad. De hecho ya llevan ocho discos publicados y otros dos en vivo, donde realmente pisan fuerte. Tras haber tocado nada menos que en el Monumental de River Plate, podría decirse que el volantazo de Rolo no le sentó nada mal.

El rock es mi forma de ser

Además de ser el más respetado músico de reggae, todo el mundo sabe que el jamaiquino Bob Marley la rompía jugando al fútbol, aunque nunca lo hizo de manera profesional. Lo mismo le ocurrió al británico Rod Stewart, que fue centrojás y capitán en una selección juvenil de Middlesex, hasta que su vida dio literalmente un vuelco y se transformó en el líder de Faces. "Ser músico es mucho más sencillo: uno puede emborracharse y tocar, pero no podés hacer eso y jugar a la pelota. Por eso elegí la música", reconoció sin ambages el célebre cantante, hincha fanático del Celtic. 

Nombrado "Caballero del Reino" en 1998 por Isabel II, Sir Elton John, otra celebridad británica con una exitosa carrera de más de 50 años aporreando pianos, en sus mocedades llegó a jugar en las divisiones inferiores del Watford, que actualmente compite en la Premier League. El mismo camino pero en las inferiores del Wigan hizo el inglés Richard Ashcroft, que por sufrir constantes dolores en sus rodillas devino líder y vocalista de la banda indie The Verve, donde alcanzó el cenit con su canción "Bitter Sweet Symphonie", un hit instantáneo. 


Destino similar tuvo Steve Harris, que hizo las divisiones inferiores del West Ham (donde jugó Carlitos Tevez). Pero el heavy metal lo atrajo demasiado: desde hace 45 años ejecuta el bajo como los dioses y es el principal compositor de Iron Maiden. 

Formado en el Cranbrook Kingswood High School de Birmingham, el defensor Alexi Lalas se transformó en el primer estadounidense en jugar en la Serie A de Italia, más precisamente en el Padova, tras una fulgurante aparición -su largo cabello colorado, la vincha y unos llamativos bigotes y barba candado no pasaron inadvertidos- en el Mundial de 1994 jugando para el seleccionado de su país. El lungo Lalas se retiró en 2003 en Los Angeles Galaxy y luego se dio el gusto de tocar la guitarra en una gira junto a Hootie and the Blowfish. Con su banda de hard rock editó Ginger, disco debut al que le siguieron tres álbumes más, uno de ellos acústico.


Por último, cabe destacar la historia del español Alvaro Benito, mediocampista zurdo que en 1996, con la llegada de Fabio Capello al Real Madrid, asomaba con un futuro más que promisorio. Hasta que en una participación suya en la Sub 21 de su país sufrió la tríada en su rodilla izquierda, una de las lesiones más temidas. En el medio de múltiples operaciones y rehabilitaciones, aprendió a tocar la guitarra. Para cuando empezó a cantar y a componer sus propias canciones, fundó en 2002 Pignoise, una banda de punk pop.​ Un año después colgaba definitivamente los botines en el Getafe, que entonces competía en la segunda división.