En el corredor A (Las flores, Olavarría, Coronel Dorrego, Mar del Plata) del total de obras se concretó apenas el 0,76 por ciento de la construcción. En corredor B (Bahía Blanca, Coronel Dorrego) se construyo el 0,67 por ciento. Y así sucesivamente. Esos son los porcentajes que expresan la debacle del supuesto gran hallazgo de Cambiemos para la obra pública: la Participación Público--Privada, las PPP. El mecanismo era que se licitaba el corredor A, por ejemplo, y la empresa que ganaba ese corredor tenía que conseguir el financiamiento para hacer las obras viales. ¿Con qué beneficio se quedaba? Por un lado, con la ganancia que le dejaba la construcción de las rutas de ese corredor y por el otro cobraba intereses por el dinero que conseguía. El estado le emitía un bono en el que la empresa se quedaba con un plus por intereses. El compromiso era construir las rutas en un total de cinco años. El resultado: apenas el 0,76 por ciento del corredor A y, como mejor perfomance, sólo el 2,85 por ciento del corredor C (en Mendoza).
La situación que dejan las PPP es dramática. La crisis de la economía de Macri hizo que no consiguieran los fondos, pero eso no significó el fin de los contratos por incumplimiento, sino que el macrismo los prorrogó de manera insólita: dispuso una adenda dándole más tiempo a las contratistas. De manera que ahora la situación es que no se hicieron las obras y tampoco el estado puede revocar el contrato por incumplimiento (el macrismo le extendió el tiempo) ni puede el estado retomar el control para hacer la obra. El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis tendrá que ver cómo resuelve la cuestión que, para colmo, tiene un desastroso agregado: la administración Macri dispuso que el impuesto al combustible que se asignaba a Vialidad se destine al repago de las PPP, lo que significa un virtual embargo del 50 por ciento de los ingresos del organismo.
Macri hizo un tremendo despliegue de publicidad con las PPP. La realidad de los seis corredores licitados es casi pareja en el incumplimiento, con el peor, el E, 0,06 por ciento de ejecución, el C, 2,85 por ciento, el corredor F y el corredor Sur con apenas el 0,61.