Mauricio Macri utilizó la obra vial como su eje publicitario en la campaña electoral. En una de las inauguraciones truchas, el ex presidente se agachó, golpeó el nuevo pavimento y dijo: "esto es una realidad". Lo que encontró el flamante ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, es la verdad: el 60 por ciento de las obras paradas, incluyendo algunas que estaban con significativos avances en 2015. Un primer listado hecho por los técnicos de Vialidad indica que hay 181 obras paralizadas. Pero incluso las que figuran en ejecución están también prácticamente paradas, con muy pequeños avances y habiendo despedido a la mayoría del personal. También es falso que el macrismo construyó rutas a un 40 por ciento menos del costo, comparado con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: las redeterminaciones de precios multiplicaron por cinco y por nueve los valores a los que se adjudicaron las obras en épocas de CFK.
El show de Cambiemos consistía, por ejemplo, en inaugurar un tramo de la Ruta Nacional 7, de Junin a Chacabuco. En realidad fueron diez kilómetros, sin que estuvieran listos ni siquiera los 10 kilómetros. El resto de la obra está parada.
En el Camino del Buen Ayre, que pretende unir el Acceso Oeste con la Ruta 2, también se inauguraron 10 kilómetros, en especial un distribuidor que no tiene listas ni las subidas ni las bajadas, es decir que no se puede subir. El resto está totalmente parado y el concesionario de la obra despidió a casi todo el personal porque el estado no le pagó.
Un panorama similar hay en la Ruta 8, entre Pilar y Pergamino. Son nueve tramos, de los cuales la mayoría está paralizado. La obra de la Ruta Nacional 3, entre San Miguel del Monte y Las Flores, está igualmente frenada por falta de financiamiento y los terrenos tampoco fueron expropiados. Macri estuvo en la inauguración de las obras, pero prácticamente no avanzaron.
De las obras en ejecución hay 168 paralizadas, o sea que no presentaron en Vialidad ningún certificado de obra en los últimos tres meses. Y entre las que sí presentaron, el panorama es el indicado: mínimos movimientos.
En el terreno de las PPP (ver nota aparte), también la gran mayoría está parada, con índices asombrosos de ejecución, menores al uno (1) por ciento. Son 102 tramos paralizados.
Tampoco es cierto el adagio de que el macrismo construía un 40 por ciento más barato. La secretaria general del Sindicato de Trabajadores de Vialidad, Graciela Aleña, presentó una denuncia penal en febrero de 2019 contra los titulares de Vialidad Nacional, en especial Javier Iguacel, por las obras de la ruta 8: fueron licitadas en la etapa final del gobierno de Cristina Kirchner, en 2015, por 285 millones de pesos y se le pretendía pagar a Iecsa, la empresa de Angelo Calcaterra, primo de Macri, la suma de 2.500 millones. Casi nueve veces más. La obra se rediseñó con el argumento de que produciría un ahorro, pero la encareció en un 120 por ciento. A otros dos tramos se les autorizó aumentos del 35 y el 40 por ciento a valores constantes, pero justito el tramo de Calcaterra tuvo un encarecimiento del 120 por ciento.
En la obra del Puente de la Noria pasó lo mismo. A fines de diciembre de 2015, el valor de la obra estaba oficialmente calculado en 274 millones de pesos. Cuando se hizo la inauguración parcial, el propio gobierno mencionó la cifra de 2.000 millones de pesos. Casi ocho veces más. Siguiendo los índices inflacionarios, no debió costar más de 700 millones.