Florencia Kirchner, la hija de la ex presidenta Cristina Fernández, proclamó hoy en la Justicia que la causa "Los Sauces" no es un "problema jurídico" sino que constituye "un ejemplo liso y llano de persecución política", solicitó el levantamiento del embargo que pesa sobre sus "ingresos laborales" y pidió que le paguen los "salarios adeudados". 

Florencia Kirchner llegó a los tribunales de Comodoro Py alrededor de las 8.30, presentó un escrito al juez federal Claudio Bonadio y se retiró.

En cuanto al departamento en el barrio porteño de Constitución en que vive y que adquirió la sociedad familiar "Los Sauces", aseguró que se "pretende engañar a la sociedad" atribuyéndolo a una supuesta operación de lavado de dinero.

Después, a media mañana, llegó el diputado nacional Máximo Kirchner para declarar ante Bonadio. Al igual que su hermana, presentó un escrito y se retiró. 

En su escrito, Máximo Kirchner negó que la compañía familiar "Los Sauces" sea "un enjambre societario" y consideró que esa definición "le cabe" a las 50 sociedades offshore y no declaradas del presidente (Mauricio) Macri".

En tanto, los Tribunales habían amanecido con doble vallado, con sólo dos ingresos laterales habilitados y con su playa de estacionamiento ocupada por camiones de la Policía Federal. Al menos 700 miembros de fuerzas de seguridad, entre gendarmes, prefectos y policías, custodiaban el edificio.

Nutridos grupos de militantes, diputados y ex funcionarios se movilizaron hasta los Tribunales de Retiro para acompañar a los hijos de la ex presidenta.